¡Alaaaaarrrrrrrrma!

Ayer para comer nos hicimos unos panes de ajo, que estaban riquísimos, pero dejaron el horno lleno de mantequilla, así que esta mañana mientras ordenábamos la casa nos hemos dicho que era un buen momento para probar la pirólisis del horno, que no la habíamos probado nunca. En teoría el horno se limpia sólo por medio de calor, así que lo hemos puesto en marcha. Al rato hemos visto que el sistema es un poco desagradable por que genera olor, no es olor a comida, es raro, es olor a calor, total que la casa sin que nos diésemos cuenta se fue llenando de humo por que estábamos todos en la rerraza de charla. Entré para dentro y me di cuenta del humo que había por la casa y cerré la puerta de la cocina y puse el estractor de humos… no había hecho más que cerrar la puerta y ¡¡¡¡¡¡¡empieza a sonar la alarma de incendios!!!!!!!!… Ya la hemos liado.. ¿Ahora que hacemos? La alarma es un pitido super fuerte, insoportable que te taladra el oido y debía estar oyéndose hasta en Cuba. Yo esperaba que llamasen de recepción corriendo a ver que pasaba.. y entonces te asaltan las dudas ¿Tienen en recepción el teléfono nuevo? Aquí no hay telefonillo, va todo por teléfono. Y a todo esto los 4 en pijama. La alarma por fin se calla. Yo temía en una de estas saltan todos los aspersores antiincendios regándonos con agua y para qué queremos más…

A todos esto Javi y yo de discursión, por que Javi decía que no apagaba el horno, por que en las instrucciones decía que no podía interrumpirse el proceso. Y de pronto ¡Empieza a sonar otra vez! Salgo corriendo y apago el horno, pero eso que sigue y me dicen los tres (cobardes), vístete y baja corriendo a recepción, vayan a avisar a los bomberos, poner los aspersores o vete tú a saber. Me visto corriendo y cuando voy a salir empieza otra vez a sonar, salgo al pasillo y casi me caigo de culo, yo creía que sólo estaba sonando en casa, pero estaban activadas las luces de emergencia de toda la planta (y la sirena sonaba por todos lados) y las puertas anti-incendios que cortan el pasillo estaban cerradas. Lo que yo creía que era sólo en casa era en toda la planta, no me quería imaginar que todo el edificio estuviese así por nuestra culpa.

Yo me quería morir… con lo que son en este condominio para todo de estrictos… ¡Y encima de dejan sólo y me manda a mi! Yo abro las puertas anti-incendios y voy al ascensor y pienso: en caso de emergencia no se deben cojer los ascensores… pero gilipuertas, si la emergencia la has provocado tú.

Yo bajaba en el ascensor colorado hasta las orejas, muerto de vergüenza de pensar como iba a explicar que la alarma la habíamos hecho saltar nosotros, con la m$%&€» de la pirólisis. O me echaban la bronca o se iban a estar riendo de mi el resto de mi vida. Yo pensaba mientras bajaba maneras de explicarlo para no quedar fatal… aunque con el pollo que habíamos montado poco podía hacer ya por salir dignamente… El ascensor llega a recepción, habían sido los segundos más largos de mi vida, yo trago saliva y salgo… ¡ánimo valiente!.

Y todo en calma en la recepción, como si no pasase nada, es aparcacoches de charla con el recepcionista como si nada, pienso: No se han enterado. Pero no puede ser, el edificio está muy informatizado y centralizado, si salta la alarma seguro que les salta un aviso a ellos, justo en ese momento vuelve a saltar la alarma y efectivamente se oye un aviso en un panel en recepción, aunque la alarma no está sonando en recepción se oye perfectamente a lo lejos. Me acercó, como un torero al toro, a morir… y les digo, «Ha saltado la alarma de icendio en la décima planta, creo que hemos…» y me dice: «No se preocupe, están probando los sistemas de seguridad del edificio y ahora estaban en su planta, todo es un simulacro ¿No ha recibido un email con el aviso?«. Me quiero morir.

No me dio un ataque de risa nerviosa por que estaba petrificado, si me pinchan no echo una gota de sangre. Casi nos da un ataque y todo era un simulacro.. ¿Y ahora como salgo de la papeleta? Nada, campeón, confiesa que eres tonto y sal de esta con algo de dignidad, y ya les dije: Pues menos mal, por que creía que habíamos sido nosotros con el horno en casa. Nos reimos los tres y me fui tan dignamente.

Cuando se cerraron las puertas del ascensor, debió oírseme reir o llorar, vete tú a saber que era eso, hasta en Madrid del ataque que me dio. ¡Que follón habíamos liado por nada! Cuando llegué a casa, Javi, mi madre y mi padres los tres estaban ya totalmente vestidos y con cara de pánico, yo entré flojo de risa, ya calmado y cuando se lo dije no sabían ni como reaccionar. Por un lado estás aliviado de no haber montado ningún pollo, pero por otro cualquiera te saca el mal rollo del cuerpo del mal rato que has pasado. Somos una familia de artistas.. allá donde vamos, damos el espectáculo…