AVE Clase Club

Nuestra última parte del viaje es ya Javi y yo solos, que tras llegar a casa hemos deshecho las maletas, hemos dormido un poco y directamente a Córdoba para pasar el jetlag en casa de los papás y ver a Thor, que entre un viaje y otro llevamos un mes sin verle y le hemos echado muchísimo de menos. Pasamos un par de días en Córdoba recuperándonos y nos volvemos a Madrid en el coche, que se había quedado allí, cuando bajamos a dejar a Thorete. Dormir un par de horas en casa nos han venido genial, cuando hemos llegado al tren yo creí que estaría hecho polvo, pero no hemos llegado muy bien, no vamos a tener mucho desajuste horario.

Y esta vez nos hemos querido dar un homenaje final y nos hemos bajado en la Clase Club, que es lo que está por encima de Preferente en el AVE. Nunca he entendido muy bien porque los trenes AVE tienen una primera clase y otra por encima, lo normal es primera y turista, como en todos los trenes del mundo que yo conozca, pero aquí tenemos dos primeras y no conocíamos la Club, así que hoy hemos hecho el viaje en ella, para investigar que tiene de especial.

Los asientos tienen el mismo espacio que en Clase Preferente, pero los asientos están tapizados en cuero negro. El vagón es más pequeño que uno normal, pagas el que sea más exclusivo porque hay menos gente. Nada más llegar te ofrecen una copa de cava, vino o zumo.
Y hay una pequeña sala al final del vagón, que tiene seis asientos para tener una reunión de negocios durante el viaje. Se nota que esta clase está pensada para el viajero de negocios. Tienes un enchufe para el portatil en el asiento. Y practicamente todos los viajeros eran empesarios, que todos estaban enganchados a los móviles y estuvieron sonando todo el camino.
Una cosa que me ha gustado es que como te he dicho todo eran empesarios, pues la mitad eran mujeres, que en Japón, en el tren bala me llamó la atención, en negativo, el que sólo hubiese hombres empresarios. Aquí si que había tantos hombres como mujeres y es que yo creo que es un error terrible no contar con la mitad de la población como fuerza laboral y/o empresarial, creo que España va en buen camino si ya vamos llegando al nivel que debería.
Y bueno, no me resisto a presentarte la comida, que claro, tiene que ser un fuerte del servicio, porque por algo tienes que pagar más que por ir en turista. Aunque yo creo que es la misma que en Preferente, la comida es por carta, tiene dos platos a elegir entre entrantes y plato principal.

Yo elegí la enlasada de setas con bacon, que estaba muy buena.
Y el pollo con limón y arroz salvaje, que no me lo comí, porque ya empezaba a notar el efecto de las no-sé-cuantas hora del viaje desde Miami a Nueva York, a Madrid y ahora a Córdoba, todo en el mismo día. Aunque me dio la sensación de que el pollo estaba algo seco.
Y lo que si me sentó de maravilla un consome para empezar y un poco de queso de postre.
El servicio muy bueno, muy atento. Aunque no he terminado de ver la diferencia entre Preferente y Club más que en el pérfil de los viajeros, que son de negocios, pero en el servicio (que a fin de cuentas es por lo que pagas) no he visto apenas diferencia, para mi no justifica la diferencia de precio. Pero bueno, el último tramo del viaje lo hemos hecho con un poco más de estilo y nos hemos dado un caprichito.
Y lo mejor del viaje es el destino, Thor y mis padres que nos esperaban en la estación. Ya te puedes imaginar la reaccion de thorete al vernos, que se le salía el rabito de su sitio de tanto moverlo, que me ha dado todos los besos que me debía de un mes.

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  1. Sonia G

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