Al salir de Tomorrowland hemos tenido casi un día entero libre, por que nuestro vuelo es por la tarde, así que nos hemos sacado un billete de tren y nos hemos ido a Bruselas a pasar el día. Es curioso que nadie más lo ha hecho, todo el mundo se ha quedado a pasar el día en el aeropuerto, pero nosotros, una vez facturadas las maletas nos hemos ido de excursión, no hay que perder la oportunidad de un día de visita. Hace años que no vamos a Bruselas y es una de las grandes capitales de Europa.
Además como tenemos esta suerte que tenemos para casi todo, resulta que hemos llegado el día que es el Día de la Patria, el día de la fiesta nacional, así que nos hemos encontrado una ciudad volcada con su fiesta, llena de banderas y celebraciones, a las que nos hemos unido como los belgas más belgas de Bélgica. ¿Fiesta? Allí estamos nosotros.
Hemos llegado desde el Aeropuerto a la Estación Central, un viaje muy cómodo de 15 minutos por 8€. Los trenes muy modernos (con cargador para el móvil en los asientos) y cómodos.
En Tomorrowland lo que más se ha visto de Bélgica son sus patatas fritas, que son algo de orgullo nacional, por que hay restaurantes por la calle para comerlas.
La ciudad es muy activa, con mucha vida, es un sitio muy turístico y como también es festivo había mucha gente, que eso siempre da muy buena imagen.
Las calles y los restaurantes con mucha gente. El tiempo también muy bueno, algo gris, pero agradable.
Las galerías comerciales del centro son una preciosidad. Están llenas de chocolaterías que parecen joyerías por los productos artesanos que hacen y como los exponen en los escaparates.
La Grand Place es el corazón de Bruselas. Una gran plaza rectangular llena de edificios oficiales.
Y más omnipresentes chocolaterías, con los artesanos trabajando con una precisión que parecen joyeros y las cosas que hacen te dan ganas de comerlas todas.
La plaza está llena de grandes edificios, es una ciudad muy monumental.
Quizá no tenga el nombre de otras grandes ciudades como Roma o París, pero es un sitio muy bonito y muy recomendable, aunque por ver tiene menos cosas. Lo bonito es recorrer los alrededores, con ciudades muy bonitas como Gante o Brujas.
Hay sitios muy elegantes, es una ciudad que cuida mucho y mantiene ese aire elegante y clásico.
Hay muchos edificios medievales con mucho aire francés.
Hace muchos años que no visitábamos esta ciudad. Nos gustó mucho la primera vez y más aún ahora.
La ciudad está llena de rincones muy bonitos.
Y sobre todo de chocolaterías para disfrutar de sus escaparates.
Y ganas de comer hasta reventar.
Una alegría ver banderas de España por estos sitios.
Pequeños edificios preciosos.
Y para pequeño el símbolo de la ciudad, el «Manneken pis», la pequeña fuente del niño meón.
Las chocolaterías tienen cientos de tipos de chocolate y combinaciones, son unos magos de este material, para un adicto al chocolate como yo, esta ciudad es una perdición.
Hay una gran cultura de chocolate, de chocolaterías muy modernas y minimalistas a otras más alternativas.
Nosotros hemos disfrutado de un día muy chulo, una visita muy agradable que hemos aprovechado muy bien.
Hemos paseado por todo el centro. Fuimos a la oficina de Información Turística y nos dieron una ruta para pasear por la ciudad.
Tiene muchos rincones y edificios interesantes.
También su barrio gay en uno de los países más liberales de Europa.
Y por supuesto es el país de Tintin, así que hemos visto esta preciosa pintada en una fachada.
Y aquí el decepcionante Manneken-Pis.
Aquí puedes ver el tamaño, que es ridículo. Lo original que tiene el muñeco, es que es un niño meando, que no es un tema que esté muy visto en la escultura, pero no tiene nada más. La gracia es que como es tan popular, todos los días le cambian de ropa según sea el día, con temas diferentes. Hoy es el día nacional, así que va como los soldados de gala. Que estaban allí para posar con él.
Además de chocolates hacen unos dulces deliciosos, una ciudad no apta para sosos.
Hemos ido a ver la Catedral de Bruselas, un edificio gótico impresionante.
También muy bonito por dentro, aunque es más vistosa por fuera.
Las bóvedas de crucería son muy chulas, también las vidrieras.
Y en el parque principal de la ciudad todo está dedicado a la fiesta. Lleno de celebraciones, con kioskos, puestos y actividades para niños y mayores de temas de toda clase. Una fiesta en toda clase.
Nos han invitado a de todo, los belgas son encantadores. Nos hemos bebido más cervezas de la cuenta y he terminado componiendo mi nueva versión del himno nacional belga… una fiesta muuuuy divertida. Me apunto a esto de ser belga. Una ciudad preciosa que te recomiendo conocer y si ya la conoces, volver, que es muy bonita.
Conozco Brujas y Gante, pero no Bruselas!! Habrá que ir, por que por las fotos se ve una ciudad muy bonita.
Doy fe de lo bueno que está el chocolate Belga, el que me trajo Natalia duró 5 minutos!! jejeje Buenísimo!!
Hola Manuela!
Ya me imagino lo del chocolate, se nos iban los ojos de lado a lado. Hay tanto, es un país genial con esa cultura del chocolate. La ciudad es preciosa, incluso más bonita de lo que yo la recordaba, tras unos días de vivir en el campo, nos ha encantado.
Un besazo!
DVD
Mira que os ha sentado bien mover el esqueleto, estáis los 4 guapísimos !!
No conozco Bruselas, pero lo que he visto, me ha gustado . Anotada como posible escapada, aunque debo de ser de las pocas personas a las que no me tentaria el chocolate porque no me gusta !!
y tu ¿qué opinas?