India desde la carretera

Un país se ve como de ninguna otra manera desde la carretera, ya sabes que a nosotros nos encantan los viajes desde el coche, así que imagina ver un país como India desde «dentro», recorriendo sus carreteras mezclado con los indios. Las carreteras indias no tienen parangón. Creo que hasta ahora son lo más espectacular que hemos visto en el viaje. La distancia de Delhi a Agra son unos 240 kilómetros: Hemos tardado 7 horas en el recorrido. No se puede pasar de 40km por hora, pero no por límite de velocidad, sino porque toooooodo recorrido está lleno de carros, coches, motos, gente andando, vacas, bicicletas, perros, tractores, camiones, etc.

Nunca he visto una carretera así. Solo tiene dos carriles por sentido, pero van todos los vehículos que pueden, en cualquier sentido (no veas como impresiona encontrarte los camiones de frente), sin orden ni concierto. En India no hay carnet de conducir, ni normas de conducción, ni ITV, etc. Cualquier cosa que pueda circular y llegar gente/cosas dentro/encima es válido y te lo vas a encontrar, por delante, por detrás, saliendote por el lado de repente, intentando adelantar por todos lados, viniéndote en dirección contraria… la «Teoría del caos» debería tener un apéndice «Carreteras Indias» como aplicación practicas multiplicada de su teoría.

India tiene 1200 millones de personas, así que siempre en todo momento hay miles de personas por todos sitios, es que no te lo puedo definir mejor, no hay nada tranquilo, no hay nada silencioso. La banda sonora de este país son los claxones sonando, porque todo el mundo conduce con el claxon en la mano, hasta tengo la sensación de que el copiloto tambien tiene un claxon por si al piloto se le escapa pitar en algún momento.


Los coches en India tienen coche, pero como los coches son un % relativamente pequeño de todo lo que circula, se han creado una nueva norma y es que los giros se señalan con la mano, todo el mundo avisa de su intención de girar: 1) Cuando ya ha girado 2) Sacando la mano por la ventana. Así que nuevo autobús lleva un copiloto, pero no creas que es un sustituto del conductor para el largo viaje, su única función es sacar la mano por la ventana para señalar que se va a girar. La India tiene profesiones de lo más particular, «mamá mamá, yo de mayor quiero ser Tecnico superior de señalización de giro«. Un trabajo especialmente ideado para mancos, claro.


Los vehículos no son viejos, ya eran viejos hace años. Como los indios son tan poco higiénicos (que manera más fina de decirlo) los coches todos parecen viejos, pero los que son viejos además parecen terribles. Casi todos los vehículos se mueven con el frontal del motor al descubierto para que el vehículo se refrigere, porque van todos cargados con todo el sobrepeso imaginable. Un coche indio debe tener el motor de un tanque Panzer, porque no es normal como los llevan.


Se pita tanto, que los camiones llevan el letrero detrás, siempre pintado, que dice «Por favor, pite» que es la manera de avisarles, no se moleste en hacer nada más, por que lo único que vale es pitar. Cuando vuelva a España me va a parecer el silencio puro.


Las carreteras son un terreno llano y sólido, así que se pueden usar para muchas cosas. Algunas de ellas realmente insospechadas, como limpiar el grano de la paja utilizando el aire de los coches que pasan. Dejar caer el grano al pasar los coches y con el aire que provocan, hacen que se vuelen los trocitos de paja. Los indios son la leche en aprovechamiento de recursos.


Los tuk-tuk son el vehículo más habitual en la India, son las motos con cabina que tienen capacidad para varios pasajeros y al decir varios quiero decir que puedes ir tantas personas como seas capaz de imaginar. Esto es lo que se ve por detrás, pero dentro hay dos filas más de personas atestadas.


Y las motos con 4 o hasta 5 personas no son nada raro, ves a las familias completas montadas en la moto, con los niños, bebés, la buela, etc. El casco lo lleva un 50% de la gente, mas o menos.


A lo largo del viaje hemos pasado por muchos escenarios de la India, por supuesto, muchos de ellos son prueba de la miseria que hay en este país. Las chavolas están por todos sitios y es algo impresionante.



Conceptos como anchura máxima, tara máxima de un vehículo en India son chorradas. Aquí podemos ver el concepto de «tractor inflable», que lo puedes hinchar e hinchar todo lo que quieras para meter todo lo humanamente posible. Los vehículos van siempre cargados hasta las trancas, ex un país pobre donde no se deben desaprovechar recursos.

Aunque claro, es difícil calificar de pobre este concepto de chavola con parabólica. Una cosa muy curiosa es que hasta los mendigos tienen móvil en India, es un país altamente tecnificado, pese a lo que puedas imaginar, tiene 800 millones de móviles. Pero choca sabiendo que es tan pobre que luego tengan a su alcance alta tecnología.

India es un país de colores y este viaje en carretera nos está enseñando muchas imagenes de esos colores, aunque a veces parezcan más oscuros.

¿Cuanta gente calculas que debe ir en esa motillo?

Y de repente una frontera. India funciona como un estado federal, donde cada estado tiene sus normas y en algunos de ellos los vehículos industriales, como camiones o autobuses tienen que pagar impuestos por pasar por las carreteras, como ha sido este caso. Mala infraestructura mezclada con peajes… malo para el desarrollo.


Todos los camiones van pintados de colores, los indios son gente muy colorista, así que todos los camiones son una explosión de color por todos lados, con sus muñequitos, animalitos, dioses o lo que sea. Es muy pintoresco.

Y otro clásico que todos tenemos en mente de la India y ya podemos decir que es verdad es ver los trenes atestados de gente, todos con las ventanas abiertas por que no hay aire acondicionado y nos han dicho que los trenes van siempre llenos de ratas, porque la gente transporta mucha comida. Eso debe ser otra odisea.

Por el camino se ven muchos templos muy chulos.

Y entre los animales que se ven desde la carretera, no podía faltar la famosa cobra, que los niños tocan una especie de flauta y la cobra sale, lo que psa es que no dejan que se les hagan fotos y en cuanto que el crio me vio la escondio, por eso sale tan de medio lado, lo mismo me pasó el otro día en Delhi, no sé porque no dejan que se les hagan fotos a las cobras.





Como por la carretera pasa tanta gente, hay decenas de puestos en sus lados, para que la gente pare a comprar de todo lo imaginable. Sobre todo frutas, bebidas, tabaco, cascos de motos, etc. Todo lo que quieras imaginar.

Y por supuesto las vacas, que en Delhi no hemos visto demasiadas, pero por el camino nos estamos hinchando, que como van sueltas a su aire, se metian en la carretera y todo el mundo a pitar (más).


Y cuando crees que ya no te vas a sorprender más, ocurre. Nos paran en mitad de la autovía unos hombres con la cara pintada de amarillo poniendose delante del autobús, pero defrente total para no dejarlo andar. Nos hizo dar un frenazo y todos corriendo a ver que pasaba, cuando sube el hombre que ves con hojas de platas llenas de comida. ¡Y es que venían a darnos de comer a todos! Porque resulta que hoy es el cumpleaños del «Dios Mono» (justo lo que te estás imaginando, no tengo que explicártelo) y eso es que es un día festivo y ellos celebran sus días festivos dando de comer a la gente, así que nos querían dar de comer, casi a la fuerza.


La verdad es que el viaje es toda una odisea, pero que te ayuda a comprender mucho mejor como funciona este país. Ver ese camino, ver la peculiaridad de la gente, como funcionan las cosas aquí, su grado de desarrollo y subdesarrollo. Ha sido realmente fascinante. Podría haber durado lo que quisiera más.

Y todo es igual, tanto de día como de noche, gente gente, movimiento luces, color, ruido…



Y creo que la mejor manera es que lo veas «en vivo», hemos grabado unos pequeños videos de momentos cualquiera del recorrido para que lo veas y te ayude a entender mejor lo que ha sido el camino.






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