Catedral de Notre-Dame de París

Notre-Dame de París es sin duda la catedral más famosa del mundo y la más fotografíada sin duda. Es un emblema de la ciudad y desde el punto de vista del Arte el prototipo del arte Gótico. Tiene una situación privilegiada en la ciudad en medio de la Isla de la Cité del río Sena. Fue construida para demostrar la importancia de la ciudad de París como centro urbano y destaca su órgano, que ser el organista de Notre Dame es el mayor cargo que puede tener un organista en el mundo. 
El lugar elegido, como suele pasar era un sitio de culto de otras religiones desde antiguo, en este mismo lugar existió un templo Celta y aquí se construyó la primera iglesia de París en el siglo VI. Para mi, en lo personal, que no soy católico, es el edificio de «El Jorobado de Notre Dame«, una de mis películas favoritas y siempre me ha parecido un sitio fascinante. 

No te voy a dar la lata con fechas, arquitectos y esas cosas, que para eso está la Wikipedia. Pero es una catedral especial, creo que tiene un encanto especial y los arquitectos que la idearon crearon dentro un espacio que crea un ambiente mágico.
Durante la Revolución Francesa, la catedral fue saqueada y muchos de sus tesoros se perdieron, el edificio en si, que dejó de ser catedral, se utilizó para guardar alimentos. Con la llegada del Romanticismo, se volvió a revitalizar el edificio y fue restaurado. 
Tengo que decir a favor de Javi, que la única vez hace años que pudo entrar a Paris un ratito, este fue el sitio al que vinimos, así que ya la conocia. 
Por dentro la catedral es espectacular, el gótico es mi estilo arquitectónico favorito, así que es un edificio que me encanta y me imagino siempre a Esmeralda, cantándole a la Virgen (ver aqui)
Una cosa buena es que no cobran por entrar, que mira que me sienta mal eso de que te cobren en las iglesias por entrar, con la dinero que les da el Estado. Aunque bueno, en Francia no, aquí son laicos de verdad y el Estado no da ni un euro, la religión se la paga cada uno.
Hemos tenido mucha suerte, porque hemos podido estar presentes en un recital, no sé si era exactamente una misa, pero escuchar música a capela en vivo allí ha sido algo espectacular, que te ponía la piel de gallina. 
Tras el altar hay una zona para pasar por detrás, típico de las catedrales de peregrinación, así los visitantes pueden recorrer la iglesia, pasando por las naves laterales sin molestar a los que escuchan la misa. 
Y por supuesto, las vidrieras de Notre-Dame, algo que te deja sin habla, creo que podría sentarme y pasar el día viendo como cambian de color con la luz del sol por el paso de las horas.
Muy bien conservadas, muy limpias y aunque nos ha llovido, la luz por dentro es preciosa.
Y las dos últimas fotos, que me gustaban las dos, pero como no me he decidido por ninguna, te pongo las dos y elige cual te gusta más.
Y por si hoy te apetece unos fondos de pantalla de París para tu ordenador (de tu-pc.com)

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  1. Anónimo
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