Restaurante Órale Compadre, Alcobendas

Los planes sin preparar, los que se hacen improvisando suelen ser los más divertidos y que mejor saben. Ayer por la tarde estábamos en la piscina cuando trajeron una guía del ocio de Madrid, hablaban de un restaurante muy chulo, que Pilar Strasse conocía (no se apellida Strasse, pero como ha vivido en Alemania, para diferenciarla entre tanta Pilar como tenemos, le han puesto ese «apellido«), nos dijo que estaba muy bien y propusieron irnos esa misma noche todos de cena. Antes de nada viendo la clase de restaurante que era (un sitio de super diseño, de hecho es el restaurante del Museo del Traje) llamé por teléfono para ver si tendrían mesas libres para la cena, antes de empezar a organizar cuantos seríamos. Y claro, no tenían mesas, pero aquí «A rey muerto, rey puesto» y ya que estábamos animados para irnos de cena propusieron irnos a «Órale Compadre» el mejor restaurante mexicano que conozco, por que es el único donde la comida no pica. Así que dicho y hecho, lo organizaron todo, reservaron y allá que nos fuimos 11 vecinos de cena.

Cuando llegamos nos estaban esperando los mariachis para tocarnos unas pocas canciones y cantarnos. Una de las cosas que más me gusta de donde vivimos es el buen rollo que hay, no me imagino una cena como esta, algo improvisado con tus vecinos donde viven mis padres, donde apenas si se conocen los vecinos entre si. Aquí es al contrario, hay un grupo de gente super maja, con muy buen rollo, amigos con los que da gusto estar. Todos los días nos reunimos en la piscina y lo de anoche fue improvisación total, pero lógico por lo bien que nos lo pasamos juntos.

El Restaurante Órale Compadre está muy bien decorado, tiene mucha ambientación, los colores, las paredes, las banderolas que cubren el techo… todos los detalles para ser un sitio simpático. Con un ambiente muy relajado. Este verano iremos por primera vez a México, pero me imagino que se parecerá poco a esto, esto es la parte más tópica y festiva de México, pero está muy bien recreada, ya veré si me equivoco.

Aunque ya sabes que yo no bebo alcohol, anoche si que nos pedimos todos una Coronita para empezar la cena con un brindis mexicano. Como es tan suave entre muy bien, demasiado bien, a los primeros síntomas de mareo se la pasé a Javi, que tiene más aguante al alcohol que yo.

Creo que no hace falta que te diga lo distendida y cómoda que fue la cena, como si esto lo hiciésemos todos los días. Nos reimos cantidad, con mucha confianza y no pensabas en vecinos, sino en amigos.



¿Te he hablado alguna vez del asco que me da el Eneldo? A Juan Pedro le pusieron un plato con una salsa verde y como no les salía la el nombre del condimento, me lo dieron a probar… AArrggg!! Puro Eneldo. ¿¿¿Quien hace una salsa con eso???


Pilar no sé si le pedía algo a la Virgen de Guadalupe, pero lo parece. Y a su lado Pilar Bona, que para diferenciarla de otras pilares es… ¡Pibona! No hace falta decir por qué ¿Verdad? 🙂

Esto es lo que te decía antes, que los detalles del sitio están muy logrados para tener ese ambiente casi festivo. Las banderolas de colores y muchos detallitos por todos sitios en la decoración.



Pedimos unos pocos platos para compartir como entrantes y luego cada uno se pidió un plato para hacer tacos, que es lo propio en un mexicano y la especialidad del sitio.

El mejor guacamole del mundo, por que no lleva cebolla, lo hacen sólo con mucho aguacate y algo de tomate y pocas especias, es suaaaaaaaaaave y entra de maravilla, además a mi que me encanta el aguacate me habría comido tres boles yo solo. Y en primer plano fajitas, pedimos de dos tipos, estas blancas de jamón y queso, que estaban riquísimas, pero las mejores eran una negras, que no sabemos si estaban hechas con algún cactus y tenían un sabor muy peculiar y riquísimo.

Y estos fueron los platos estrella de la noche, los «Alambres» de cualquier cosa, ternera, pollo, vegetales, chorizo, queso, etc. Era el preparado con todo para que te hicieses el taco tu mismo, luego te ponían las clásicas «fiambreras» rojas llenas de tortillas de maiz para hacerte el rollo.


La mejor foto de la noche.. sin duda. Fue una noche muy divertida. La semana que viene con Agosto a las puertas la mayoría nos separaremos hasta Septiembre, así que nos vamos a ir todos con un buen sabor de boca.

Este fue mi plato, que no quería carne y como me encanta el queso me pedí una «Olla de Queso con Chorizo», te puedo asegurar que no tenía light ni la sombra, pero estaba delicioso, además daba genial para hacer tacos de queso.. mmmmmmm





Un brindis también por los que no estaban, echamos de menos, por que como se suele decir «No estamos todos los que somos», el grupo de la piscina incluye a mucha gente maja que ayer dio la casualidad que no pasó por la piscina o que ya está de vacaciones y no se enteraron. Si llegamos a ir todos cerramos el restaurante. Yo personalmente, tengo que decir que eché mucho de menos a Juana y Angel. También a Meri y Ricardo, Susana, Paco y Ana y otros.

Y los postres, aunque terminamos todos repletos, por que la comida es abundante, tanto como para compartir un plato para cada dos personas. Pero no perdonamos el postre y tengo que decir que el mejor de todos fue este mio que nos encantó, era helado de coco «del compadre» y sabía a coco coco, pero sin ser muy dulce.

Tarta de chocolate con helado, que se pidió Domingo.

Y las crepes de chocolate de Javi que eran de chocolate puro.

Lo más light se pidieron unos sorbetes de mango, como este de Pilar o de limón. Estaba muy suave, aunque podías ponerle un toque de tequila.


Y el sitio además de la parte de restaurante tiene una segunda sala para comer que está en el exterior, que es donde nosotros siempre habíamos estado, que tiene un ambiente más íntimo.

Y fuera del todo una zona de copas, con grandes sofás redondos y árboles de lámparas rodeados de silloncitos para tomarse algo después de la comida. Nosotros era la primera vez que estábamos ahí fuera, se ve que sólo lo montan en verano.

Nos sentamos todos en torno a un arbol para reirnos con los chistes de Juan Pedro y Pilar Strasse. Y para que fumasen, por que lo bueno (lo siento chicos) es que no se puede fumar dentro, en la parte de comerdor. La única zona habilitada para fumar es la zona de copas.


Y nos pedimos todos los cocteles, Margaritas, que es lo típico de un mexicano, otros, como yo, nos pedimos algo más internacional como es la Piña Colada y otros Daiquiris. Yo tengo que decir que me lo dejé a medias, por que estaba muy caragada de alcohol y hubo un momento que ya estaba «demasiado contento» 🙂





Y en fin…. nos lo pasamos genial. Por resumir, me encantó la experiencia, nos lo pasamos muy bien y pese a ser muchos pudimos hablar todos con todos a lo largo de la noche. Una salida muuy divertida y pese a lo improvisado, salió todo como tenía que salir. Somos muy afortunados de tener gente tan maja a nuestro alrededor, lo tengo que decir.
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8 Opiniones

  1. Anita
  2. Anónimo
  3. Juana
  4. Anónimo

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