Comilona en la Piscina

Mi actividad favorita de este día de fiesta es la comida del medio día, cada vecino hacemos un plato, algo que se nos da bien y lo bajamos para compartirlo con los demás, se trata de lucirse con un plato riquísimo y a la vez probar las exquisiteces que hacen los demás, que por la calidad de los platos parece que media urba haya estudiado con Ferrán Adriá, por que son verdaderas maravillas.
El momento de la comida empieza con el concurso de tortillas, que lo ha organizado Javi y como buen conocedor de mi interés por la comida, me pidió que fuese juez. Es como darle una pistola a un niño, con lo que me gusta la buena comida y lo que me gusta la tortilla de patatas, me he pasado la última semana pensando en el concurso de tortillas.


Los jueces éramos 4, por parejas teníamos que ir puntuando las tortillas, no era como otros años una tabla en la que se puntuan cosas como textura, punto de sal, sabor, etc, sino que simplemente tú te hacías tu media y dabas una puntuación a la tortilla.

Mi compañera jueza era Pilar Hernandez, que nació en un pueblo con un nombre precioso: Ojos Negros. A su hermana fue a quien fuimos a ver a Philadelphia y nos invitó a una barbacoa en su casa.

Muy serios y profesionales probamos las 6 tortillas que hubo en el concurso, no tantas como otros años, pero bueno, pudimos hacerlo y fue una experiencia muy divertida. Había dos categorías, la tortilla tradicional, huevo y patata, a la que se podía añadir cebolla y la gourmet o creativa, con la que todo vale.

Noelia, que repetía el cargo, porque el año pasado también fue juez. Yo aprovecho este humilde Blog para pedir repetir el año que viene de juez/catador para lo que sea el concurso, ya que me ha dicho Javi que quizá el año que viene sea un concurso de ensaladas.


Teníamos nuestra tabla e íbamos tomando notas de las puntuaciones. En ningún momento sabíamos de quien era la tortilla, porque se entregaron en la sala de reuniones, para que no pudiésemos ver ninguno de los jueces los platos y los reconociésemos y sólo tenían un número de orden que luego Javi y Pilar, eran los únicos que sabían a qué persona se correspondía. Nosotros anotábamos las puntuaciones con Anita de vigilante para no compartir ni ponernos de acuerdo los jueces. Será sólo un concurso de tortilla de urba, pero nosotros hemos demostrado que somos serios como para hacer el recuento de las próximas elecciones 🙂


Aquí Alex mira con hambre las tortilla que su madre, Noelia, estaba degustando.

Esta foto dice lo totalmente en serio que nos lo hemos tomado. El nivel altísimo, como siempre y lo mejor que una niña de unos 10 años y un niño de 17 hayan presentado tortillas a concurso.

Claro, que además de la parte seria de puntuar tortillas, está la parte genial de degustar una geniales tortillas de patata.


¿Hay hambre? Ji ji ji ji Finalmente votamos y por la noche supimos los resultados, aunque no comentamos entre nosotros las puntuaciones los ganadores estuvieron muy claros, en tortilla gourmet ganó Nieves, por una tortilla que mezclaba en la masa la patata con calabacín y estada deliciosa, de hecho no llegamos nadie a identificar lo que era. Y la sorpresa en la tortilla clásica ¡Que la ganó el chico de 17 años! Con una tortilla deliciosa, en su perfecto punto, jugosa y sabrosa, verdaderamente deliciosa, nada más probarla supe que ganaría y no supe de quien era hasta después de los votos que nos dijeron de quien era cada cual. Un chico que promete en esto de la cocina. Enhorabuena a los ganadores 🙂

Y luego cada vecinos nos bajamos nuestros platos, se colocan grandes mesas corridas y así todo el mundo puede irlo probando todo, ya que solemos hacer grandes cantidades de comida todos. Bajamos muchísimos vecinos y quieres que todo el mundo pruebe lo bien que te sale tu plato.

Yo tengo que admitir que repetimos, el año pasado gustó mucho y era una de las pocas cosas que podíamos dejar preparada por la mañana. Con Javi de organizador y yo ayudando era imposible pasar la mañana en la cocina, así que lo hicimos y lo montamos en el último momento. Así que ha habido salmorejo cordobés en la urba otra vez. El año que viene que tendremos más tiempo haremos otra cosa.


Este año una cosa muy buena es que ha habido mucha variedad y varios vecinos han bajado postres, que otros años todos bajaron platos y no hubo postres, ahora ha estado la cosa muy repartida, con varias ensaladas (deliciosa la de pasta de Anita), entremeses, empanadas, pizzas, y tooooooooda clase de guisos, decenas de platos. Unas verdaderas jornadas gastronómicas.


Hicieron además una cubeta enorme de sangría que se regalaba a los vecinos, la organización ponía tambien los platos, cubiertos, servilletas, bebidas, pan, etc. Tú sólo te tienes que preocupar de tu guiso.


Yo me perdí muchos platos, porque me llevé a Javi a comer tranquilamente a la piscina, que el pobre llevaba desde las 9 de la mañana corriendo sin parar y necesitaba un descanso.


Y uno de los grandes aciertos de esta fiesta fue la idea de la cerveza, poner un grifo de cerveza de barril y vender las jarras, por 3€ y la podías rellenar todas las veces que quisieras durante todo el fin de semana. Además con su nombre para que las guardes de recuerdo. Nos hemos bebido en el fin de semana 120 litros de cerveza, no ha sobrado ni espuma.


Y se han vendido más de 60 jarras, sobre todo con nuestra vendedora, Pilar y sus ofertas «Una jara 3 euros, dos jarras 6″… pero las colocaba como nadie.

Y después de la comilona, todos nos quedamos juntos toda la tarde, de charla en la piscina. Es uno de los mejores días, porque en la urba todos tenemos nuestro grupo de amigos, con los que más relación tenemos y más nos juntamos, pero este día estamos todos, nos mezclamos más, conocemos más a los demás vecinos de fuera de nuestro círculo. Es una fiesta muy buena.


Y aunque todavía quede mucho para la marcha, ya tenemos a nuestras Pibona y Mery que se animan ellas solas con su «Dance sentado»….

Otra novedad, espontanea en este caso, fue que montaron una mesa de cartas en un momento. Para el año que viene una ruleta y montamos un casino.

Y a lo largo de la tarde cada uno va bajando lo que crea que le puede apetecer a los demás, un café de parte de Richy, Pacharán, etc.


Una fiesta genial, una comilona en toda regla y un día muy divertido. No te pierdas mañana con los difraces y la fiesta final.

¿Te ha gustado la entrada? ¡Vota!

Experiencias relacionadas

y tu ¿qué opinas?