Restaurante Confucio

Más de lunes y menos de domingo, te cuento la cena del viernes, que tuvo su historia. Siempre que vamos a Córdoba tenemos que cuadrar la agenda, no puedes ver a todo el mundo, así que tienes que ver a quien viste la ultima vez o quien vas a ver la siguiente para poder ver esta vez. Independientemente de que tengas algún compromiso, que siempre te sale algo que tiene que ser ese fin de semana. Es un lio siempre, quieres ver a todos, contentar a todos y siempre terminas que dando mal por que no puedes ver a alguien, es la maldición de los que vivimos fuera.

La historia es que el viernes habíamos quedado con María José, Antonio y Rocio para cenar. Yo había quedado con Sole y Olga para tomar café el sábado, cuando Javi me dijo que había hablado con Antonio y se caían de la cena por otros compromisos. Así que llamé a Sole y quedamos para cenar el viernes entonces, así podía descansar el sábado por la tarde. Cuando le digo a Javi que habíamos quedado a las 9 y media, me dice él que no, que hemos quedado con Maria José a las 10.. ¿Quéeeee? Los dos a la vez… yo creía que María José también tenía la otra cena con Antonio y Rocio así que preparé otra opción… pero bueno, todos de cena juntos y ya está 🙂

Esta es la parte «divertida» del restaurante, tu estás sentado en la mesa y la comida va pasando por tu lado y vas cogiendo lo que te apetece. Es una manera de comer original y variada. En contra, Javi no puede comer casi de nada, por que casi todo lleva palitos de cangrejo y a ojo, la mayoría de las cosas no sabes lo que son. Por mi parte, que se come demasiado rápido, para una cena así con amigos, que lo que tienes que disfrutar es de la compañía, estar comiendo a toda prisa (por que la comida corre) no es la mejor de las maneras. Nosotros conocimos este tipo de restaurante en Londres, en un japonés hace varios años, pero allí no era buffet libre, sino que luego te contaban los platos vacios y según el color del borde tenían un precio, era terriblemente caro, pero me gustó que las bebidas las ibas cogiendo de un robot que recorría el restaurante. El sitio se llama Yosushi, por si vas por Londres, se come original y hay muchos por la ciudad.

El restaurante de Córdoba se llama Restaurante Confucio, ya hemos estado varias veces, fue donde vimos a Belén Rueda, pero esa noche si llevaba cámara y he podido hacer un montón de fotos de la cena. Que fue muy divertida y sobre todo comimos muy bien.






Aquí Javi y María José intentan aprender a usar los palillos, Sole aunque no sale en la foto también estaba haciendo sus pinitos, para conseguir cojer los trozitos de zanahoria y pepino en vinagre, como si fueran aceitunas que nos pusieron, que estaban riquísimos.

Je je je esta foto me encanta.. soy yo en todo mi explendor 🙂 Soy más expresivo que un dibujo animado, de verdad… y aunque esté feo que se lo diga uno mismo, me veo muy guapo en la foto y así le ahorro trabajo a mi abuela.

Claro que al lado de Sole.. en fin… un rato feo 🙂


Y nos pedimos el Pato Laqueado, que ultimamente Javi no lo perdona donde vayamos. Estaba muy rico, nunca lo habíamos pedido en Córdoba y no está nada mal. También nos lo prepararon allí delante, aunque ni a Sole, ni Olga ni María José les gustó. Es verdad que la salsa de marisco con la que hacen los rollitos es bastante fuerte y no a todo el mundo le gusta. En plato que hacen luego con el resto del pato que no usan para hacer rollitos es el mejor que he probado y la sopa también era muy buena. Te recomiendo el plato, eso si, mínimo dos personas, que es mucho.



Y aquí nuestras niñas ¡Que guapas son las tres! Y sobre todo, que nos lo pasamos genial, fue una cena distendida, divertida y sin prisa. Comimos de maravilla, hicimos un montón de fotos, por que el sitio a ser tan colorista y tan original por los detalles daban para muchas fotos.


En frente del restaurante, esta el nuevo Hotel Cordoba Center, que tiene una decoración muy curiosa, por medio de la iluminación. Como el Empire State de Nueva York va cambiando de colores cada día. Ahora por el tema de la Eurocopa está decorado siempre con los colores de la bandera española.

Y terminamos la noche tomándonos algo en una terracita en la zona del Vial, lo más nuevo de la ciudad, con Carlos, el novio de Olga. La temperatura en Córdoba ha estado genial para estar por la noche así, callejeando, por el día ya hace demasiado calor para pensar en salir. Esta vez si que me he relajado, normalmente cuando bajamos me paso el día trabajando y este fin de semana, he trabajado, pero he descansado más de lo habitual.

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2 Opiniones

  1. Anónimo
  2. Sonia g

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