Tras cuatro días de salmorejo y rabo de toro en todas sus vertientes, de los mejores a los peores, nos queremos despedir de la estancia en Córdoba con una última comida de lujo, en uno de nuestros refugios favoritos, el Restaurante Alter Ego. En un viaje de trabajo como este, con todo medido era imposible pasar por aquí con todo el grupo, así que nos erigimos en embajadores para dar a conocer más cosas de la comida de córdoba, que nuestros compañeros se perdieron.
El Restaurante Alter Ego está en la Avenida del Brillante, un sitio muy fácil de llegar y en un chalet, es un sitio muy tranquilo. Con una terraza, una zona de copas interior y un comedor en la parte de arriba. Nosotros tenemos una relación muy estrecha con la familia propietaria. Es un sitio en el que estamos como en casa.
Esta es la parte de dentro, donde tomar unas copas o un aperitivo.
Y la terraza fuera con sus toldos, que aquí pega sol sea el mes que sea.
Aquí el pan se sirve recién hecho y con diferentes tipos de panes, algo que me encanta.
De aperitivo unos pinchitos hechos de atún que estaban deliciosos
Es ogligatorio pedir aquí la cuña de tortilla de patatas, por que la hacen deliciosa, jugosa, como a mi me gusta.
Luego nos hemos pedido una ensalada con queso de cabra y cacahuetes que está buenísima
Y un capricho, las rabas de calamar, que me encantan
Y huevos revueltos con morcilla… delicioso!
Y un mix de postres para compartir. Aunque hemos hecho una comida ligera, por que llevamos días comiendo sin para, no podíamos decir que no a esta tarta de queso o el brownie.
Y regalo de la casa un Gin Tonic, la mejor manera de afrontar el camino de vuelta, el fin de la asamblea y las vuelta al trabajo, que hay mucho por hacer!
Nos despedimos agradecidos de Alter Ego, por lo bien que hemos comido y lo bien que nos han tratado. Nos llevamos otro sabor de boca de Córdoba diferente al resto de la jornada.
Como siempre que visitais este restaurante ESPECTACULAR!!
y tu ¿qué opinas?