Día de Suerte en Las Vegas

Hoy ha sido un día de suerte, no sólo porque todo haya salido bien, sino porque hemos tenido mano en los casinos de Las Vegas. Ha sido un día muy divertido. Recogimos a Miguel y Rosa del Hotel Luxor y nos fuimos los 6 al Fashion Show Mall, es un mega centro comercial ultra moderno, con tiendas de ropa y diseño, no es que quisiésemos comprar más, sino porque es un buen sitio para comprar entradas para los espectáculos, ya que habíamos decidido ir con Miguel y Rosa a ver Ka, no hemos podido quedarnos fuera, teníamos que volver a verlo.

El Fashion Show Mall es una pasada, todo a lo grande, todo muy bien montado, Miguel no hacía más que hablar de lo increíblemente bien montadas que están todas las tiendas, da igual que sea pequeñas que grandes, que cuidan muchísimo su imagen. Al salir nos fuimos al Trasure Island, el Hotel Casino de la Isla del Tesoro, si has visto la película «Miss Agente Especial 2» es donde son todas las escenas finales. Es un casino temático de los piratas y tiene un pequeño lago delante y la fachada simula ser un pueblo, todas las noches un barco pirata ataca el pueblo y las sirenas lo defienden hasta que consiguen hundir el barco pirata… es un espectáculo muy chulo.

Estuvimos en la galería comercial del casino viendo los Manolo Blanhik, Oscar de la Renta, las tiendas de Dior y Louis Vuitton son espectaculares, las mayores de Las Vegas.. es un casino donde no puedes evitar alucinar, sobre todo si te acercas a ver un precio, estuvimos en la floristería del hotel, porque era preciosa y cualquier tontería de decoración no te bajaba de los 1500 dolares. La recepción supera de todos modos a la galería comercial, por dentro del hotel tiene árboles y flores que forman un jardín interior precioso, con un suelo de mármol con mosaicos muy elegante, precioso para pasear. Mari dice que se sentía pequeñita entre tanto lujo y Rosa de gasto media tarjeta de fotos en los jardines.

Y nos fuimos al casino, no sé quien fue el que dijo que jugar la primera partida a las tragaperras pero el caso es que todos jugamos, todos echamos nuestro dolar y pasó una cosa alucinante, empecé con una racha de suerte como nunca la he tenido, le saqué dinero a 10 maquinas seguidas. Yo es verdad que cuando me toca algo en una maquina, lo recupero todo y me voy a otra y que no juego grandes cantidades, así que lo que gano es poco, pero lo llamativo, que todos estábamos alucinando era eso, sentarme en una maquina y al momento ya le ganaba algo, estábamos todos como entusiasmados, de maquina en máquina al final multiplique por 8 lo que había jugado. Pero no fui el único con suerte, Cesar multiplicó por 5 lo jugado. Al final nos lo pasamos pipa, es emocionante lo de ganar dinero en un casino, da igual la cantidad que sea, entiendo a la gente que se engancha con el juego, pero no te asustes, sigue sin llamarme la atención jugar, porque al final siempre pierdes. Pero si que nos llevamos todos ese recuerdo del rato divertido alí ganando.

Luego fuimos a Bonanza, que es la tienda de souvenirs más grande del mundo. Durante los días que hemos estado aquí les dije a todos que no comprasen nada de recuerdos porque antes de irnos teníamos que ir allí, es un sitio enorme donde lo encuentras todo y si querían comprar algo para alguien o de recuerdo para llevarse es el sitio perfecto con más variedad. Miguel se ha llevado un set completo de juego, con su tapete auténtico de Black Jack, su maletín de fichas, dados con cubilete, hasta un dominó. La tienda tiene cosas muy chulas pero también (y sobre todo) cosas terribles, no tienes más que ver los elegantes sombreros que lucimos en la tienda.. pero hay que verla y es un buen sitio para traer recuerdos.

Nos fuimos a comer y queríamos llevarles al sitio más auténtico, fuimos a Dennys, que es el restuarante más de verdad de los que hay, con sus camareras con mandil, con la cafetera en mano y la cocina a la vista donde colocan las notas de los pedidos… nada más llegar Miguel y Rosa estaban alucinando, haciendole fotos a todos los sitios, los sillones de cuero, la gente comiendo en la barra.. es un sitio muy de verdad. Sobre todo es de verdad la comida, todos a por hamburguesas. Con Cesar y Mari ya habíamos estado cenando y desayunando otro día. La comida nos encantó, el entusiasmo de Miguel y Rosa era contagioso, disfrutamos todos un montón la comida, estaba riquísima, Miguel decía todo el rato que era la mejor hamburguesa que se había comido en su vida. Además la camarera era super maja, estuvo todo el rato pendiente de nosotros, nos trajo de todo, a Mari hasta le regaló un plato de patatas.. comimos como cerditos, pero felices, te lo aseguro. Miguel y Rosa no paraban de darnos las gracias, que sin nosotros nunca habrian estado en un sitio así, que les cambiaba mucho la imagen de la comida americana por lo que habían estado comiendo durante el viaje, que era más cómida rápida. De hecho Rosa nos pidio que hoy desayunásemos hoy en Dennys, que le había gustado muchísimo y quería probar las tortitas.

Nos fuimos al Caesar Palace, el casino de Cesar, como él dice, que ese casino le tenía que traer más suerte, pero no, la verdad es que no hubo una racha como la del Wynnn. Eso si, el Caesar tiene la mejor galería de tiendas de todo Las Vegas, la Tiendas del Foro, mejor en tamaño porque tiene más de un kilómetro de tiendas de toda clase, desde las firmas de más lujo a las tiendas más originales. Estuvimos en una tienda de recuerdos auténticos de cine, con posters firmados, ropa de las películas e instrumentos musicales de grupos famosos que estaban todos flipando. El Forum Shops tienda una arquitectura que parece mentira que sea un centro comercial, parece de verdad un palacio de un emperador.

 Llegó la hora de Ka, Cesar y Mari que ya se nos han vuelto medio ludópatas se quedaron en el casino del Hotel Excalibur  emborrachándose a costa del casino. Mientras tu juegas están ofreciéndote bebidas que son gratis, te invita el casino por jugar, sólo tienes que darle una propina a la camarera. Y claro Cesar lo aprovechó bien, se tomaron 5 margaritas, que es la bebida más típica de aquí en sus copas de cocktail con su rodaja de lima y el borde de la copa de sal, cuando les vimos tras el espectáculo venían achispados. Nosotros nos fuimos al teatro, íbamos nerviosos porque teníamos muchas ganas de ver Ka y por otro lado por Miguel y Rosa, porque era nuestro regalo de boda y claro, es como si regalas un jarrón que temes que no les guste y estropees el regalo. Nos guimos al Hotel MGM, donde era el espectáculo, los asientos eran geniales, los suyos eran los mismos en los que nosotros vimos el espectáculo en Febrero y nosotros estábamos dos filas detrás de ellos al lado. Nada más entrar ya estaban alucinando, de la ambientación, de como estaba todo decorado, de como estaban vestidos los acomodadores y de como se comportaban ya metiéndote en situación. Había dos músicos tocando un instrumentos de cuerdas gigantes que era un pasada. El espectáculo me gustó más que la primera vez, lo disfruté más, disfruté de todos los detalles muchísimo, esta vez hasta gritamos en un par de números, cuando terminó me di cuenta que ni me había dado cuenta del tiempo, se me pasó rapidísimo, fue genial, terminamos aplaudiendo de pié hasta que me dolían las manos. Pero lo mejor Miguel y Rosa, al terminar Miguel no hablaba, solo movía la cabeza, Rosa nos decía que nunca había visto a Miguel tan emocionado, estaba con las lágrimas saltadas. El regalo más emocionante que les habían hecho, que no se les iba a olvidar jamás, que nunca pensaron que existiera un espectáculo así, que no podría hacerse en España por el tamaño del escenario y del teatro y que se sentían muy afortunados de haberlo visto. Además les regalamos un albúm super chulo con dos fotos tomadas a la entrada del teatro. No ha podido salir mejor el regalo, se pasaron ya media noche alucinando, todo el rato «y te cuerdas de…», lo han disfrutado totalmente y nosotros creo que más porque ya sabíamos a donde íbamos.

De ahí nos fuimos a cenar, los llevamos a Applebee’s, que es la versión más decorada y chula del Dennys, a Rosa le gustó muchísimo, además nos sentamos en la parte con decoración de cine y se pasaron todo el rato haciendo fotos. Cenamos genial, pedimos un sampler de entrante, un plato con distintos tipos de entrantes. Javi cenó un sándwich de pechuga de pollo, que como él dice estaba riquísimo como sólo en este país saben hacerlo. Cesar costillas, Mari un filetón, Miguel una chapata que le faltaban manos para cogerla y Rosa una hamburguesa de quesadillas, yo el más light una ensalada de espinacas con gambas a la plancha y una sopa de cebolla, que me vuelve loco, yo aquí desayunaría, comería y cenaría sopa de cebolla.

Terminamos la noche en Freemont Experience, es la parte más antigua de Las Vegas, cuando empezaron a construir los grandes hoteles y resorts el centro antiguo perdió turistas, hoteles pequeños, casinos antiguos poco actualizados… es al calle clásica que se ve en las películas que tiene los neones por todos lados y que sale un vaquero que mueve el brazo. Esa parte casi desapareció en a principios de este siglo y el ayuntamiento decidió darle vida haciendo peatonal toda la calle y cubriéndola con la mayor pantalla de televisión del mundo, más de 6000 pulgadas, más de un kilómetro de pantalla en el que proyectaron un corto sobre aviones. Además vino en el momento justo que Rosa me decía «que estamos esperando» en ese momento se apagaron todas las luces de la calle… ¡Rosa dio un grito! Me partía de risa, Miguel estaba embobado mirando para arriba. Es que los americanos son únicos, cubre toda una calle con una super pantalla de televisión y cuando proyectan se apagan todas las luces de todos los casinos y se ve genial. Como no se lo esperaban estaban los 4 alucinando mirando hacia arriba. Ha sido una buena manera de terminar nuestra última noche en Las Vegas ya que ahora nos vamos, nos despedimos de Miguel y Rosa, que vamos a desayunar y cogemos el coche de alquiler, ellos se quedan un día más, que ya les hemos recomendado qué hacer y pasado se vuelven a España. Nosotros nos vamos que mañana dormiremos en otra ciudad, lejos de aquí, ya sabrás donde. ¡Buen Viaje Miguel y Rosa!