El Día de la Iguana

Estamos teniendo en Miami la vida de unos ciudadanos más, ni siquiera hemos salido a comer a la calle, no nos apetece, imagino que durante este mes y pico que llevamos en Estados Unidos hemos comido tanto fuera que lo que nos apetece es meternos en la cocina y hacer cosas a nuestro gusto. Por la mañana nos levantamos temprano y nos vamos a correr por el paseo marítimo, es algo increíble  tan bonito y a la vez el sitio perfecto.

Yo que este verano lo pasé corriendo por Alcobendas, a las seis de la mañana, oscuro, sin gente y ahora vas corriendo rodeado de gente, mientras ves la playa, turistas haciendo fotos, gente paseando, perros, vida, mucha vida a nuestro alrededor, así no cuesta tanto correr. De hecho me gusta mucho, es un sitio increíble para ir a correr todos los días, cuando vuelva a Alcobendas lo vamos a echar mogollón de menos. Además después de correr nos quedamos una hora más en la playa tomando el sol ¡Esto es vida! ¿Y por qué hemos tardado tanto en venir los dos solos a hacer esto?

Luego hacemos cosas en la casa, recados, compramos algunas cosas que tenemos que llevar a Madrid o algunas cosas de trabajo. Comemos en casa y luego bajamos a la piscina a leer y tomar el sol, cuando el sol se va (aquí se pone a las 5 de la tarde) nos vamos una hora más al gimnasio ¡Que estoy molido de agujetas! Y así cuando volvamos a Alcobendas, con suerte hemos perdido un par de kilos más y estamos en mejor forma. De todos modos se trata de seguir un plan de «curación» anti-estress para que esta última etapa del viaje sea la que nos de más energía para todo lo que queremos hacer a la vuelta, que a nosotros los viajes nos sirven para tener ideas y planear cosas.

Cuando volvemos del gimnasio hacemos la cena y vemos la tele, que nos hemos enganchado a una serie, que ya te contaré sobre ella y pronto a la cama. Un día tan sencillo que nos está viniendo de maravilla, tener esta rutina y poder descansar, tenemos mucho tiempo para hablar los dos de muchas cosas y sobre todo poder vivir la casa, vivir Miami Beach, que es algo que teníamos muchas ganas de hacer. Por muchas veces que hayamos venido, siempre nos hemos comportado en esta ciudad como turistas, pero ya no nos sentimos como tales en ella, Javi dice que somos «semi-residentes» y queríamos hacer una vida diaría en ella. Aunque no sea tal, por que no tenemos una jornada de trabajo como en Madrid. Pero bueno, lo cumplimos y estamos la verdad encantados de estos días aquí ¡Tenemos que repetirlo más a menudo!
Y hoy te quiero contar la anécdota del día, cosas que sólo pasan en Miami…. estábamos esta tarde en la piscina tomando el sol y leyendo cuando se nos acerca una chica de nuestra edad, una vecina y nos pregunta si la podemos ayudar, que estaba en el solarium tomando el sol. El solarium del edificio es una playaforma sobre el agua que da acceso a donde se amarran los barcos. Y que estaba ahí cuando se le ha acercado un lagarto y que se ha asustado, que es muy bonito, pero muy grande… y todo valiente me ofrezco ¡Yo lo cojo! Y Javi y la chica vinieron tras de mi. Yo pensaba, será una lagartija, que aquí son muy vistosas y hay muchísima. Y cuando llego al solarium me encuentro esta lagartija:

«El lagarto bonito y grande» que se acercó a la chica era una iguana de más de medio metro. Yo oí a Javi detrás de mi decirle a la chica «Tú y yo nos quedamos aquí, que se apañe él con el bicho, que si eso viene para acá salimos los dos corriendo» ¡Mira tú que valiente mi marido!

Era una verdadera preciosidad, un animal enorme, como ves en las fotos de un color verde muy vivo y nada violenta, me acerqué bastante, pero no me dejó cogerla cuando lo intenté. Impone por el tamaño, pero no es un animal que me de miedo. El animal se terminó pasando del solarium a la marina y la chica fue corriendo a por sus cosas y se fue, como ella dijo: «He captado el mensaje, toca volver a casa«.

Las iguanas son muy comunes aquí, se las ve en las calles y en las carreteras en los arcenes, pero no es tan normal ver una tan grande, no se me ocurre como haya podido llegar hasta aquí, salvo que lo hiciera nadando desde las mansiones de en frente, que tienen unos jardines que son bosques.

El animal es precioso, aunque sé que no a todo el mundo le gusta. A mi como me encantan los bichos me tenía fascinado y le he hecho todo un reportaje de fotos.

Verla trepar por los troncos era una pasada, es un animal muy tranquilo y se mueve con toda la parsimonia del mundo, pero consiguió llegar hasta lo alto del todo.




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Y aquí dejamos a la iguana, tomando el sol o esperando cazar algo, no lo sabemos. Peor suerte nuestra vecina el susto que se llevó de encontrase semejate animal a su lado mientras tomaba el sol. Si vienes a Miami no te olvides del «Repelente de Iguanas«.

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  1. Manuela
  2. marymarisol

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