El Viaje de Vuelta de Almeria

Ya he vuelto a casa, esos días en Almeria han sido algo especial, no era una ciudad a la que yo le tuviese demasiado cariño, pero he de admitir que vuelvo mirándola con otros ojos. Mercedes ha sido una guía excelente, nos lo ha preparado todo, pero como dije el primer día, en realidad lo que tengo que agradecerle es que haya sido una buena amiga y me haya dado tal bienvenida a su ciudad, me haya dado el cariño de prepararlo todo hasta el último detalle para que me lo pasase bien y viese muchas cosas. Almería me ha sorprendido, he visto cosas que me han gustado mucho y me ha dejado la sensación de querer volver a por más. ¡Muchas gracias!

Siento que los último días no haya escrito nada, pero nos los hemos pasado verdaderamente de descanso, playa, chiringuito, siesta… ya te puedes imaginar. Pero el último día si ha sido para destacarlo, por la mañana se levantó mucho viento y mucho oleaje y la verdad es que no se estaba muy bien en la playa… ¡Pero en el agua si! No recuerdo olas tan grandes, era divertidísimo pelear con ellas por intentar mantenerte en el sitio donde rompían. Nos pasamos un buen rato de pelea y la verdad es que fue divertidísmo, aunque terminas destrozado. Luego me dio mucha pena tener que hacer la maleta y venirme.

Pero Almeria tenía la última sorpresa para mi reservada. Cuando llegamos al aeropuerto de Almeria no había casi nadie, de allí sólo salían 6 vuelos en todo el día, así que estábamos casi solos y mientras tomábamos un café, pasa un hombre con gafas de sol y gorra (dentro del aeropuerto  y era Joaquin Sabina intentando pasar desapercibido, se lo digo a Javi y no me creía, menos mal que los camareros al pasar estaban diciéndolo. Me despido de Javi, que me dio mucha pena, no estoy acostumbrado a coger un avión sin él, así que despedirnos en un aeropuerto era muy raro, he estado muy bien con él y sus padres y era raro irme y dejarlos allí.

Entré a la zona de embarque y había poca gente, vi a Sabina y me senté a su lado (no en el asiento de al lado, un par de ellos vacíos entre nosotros), no es que sea un personaje que me atraiga demasiado, pero si que tenía curiosidad por saber como se comporta alguien así. Yo saqué mi libro y me puse a leer, sin dar señales de que le había reconocido, si hay algo que no me gustaría sería molestar a nadie por mi curiosidad. Me quedo mirando al hombre que había sentado frente a Sabina ¡Y era Miguel Rios! No me había dado cuenta hasta ese momento, vi sólo a Sabina, estaban juntos allí y se ve que habían pasado las vacaciones juntos. ¡¡Están super estropeados!! La verdad es que son casi viejecitos, porque además se nota que los excesos pasan factura. 
Estuve escuchándolos con disimulo y me sorprendió que a Sabina le gusten lo toros, no le pega, me esperaba que alguien así no disfrutaría de un espectáculo como ese, pero se pasó todo el rato hablando de las corridas de la semana (aburridísimo estaba ya) y me sorprendió que está dejando de fumar, su imagen con el cigarro en la boca ha terminado. Lo que no me gustó es el rollo divo que mantenían, los dos viajaban con ayudantes y era en plan te traigo una copa, te traigo el periódico… esas personas que han vendido siempre una imagen tan cercana, tan «progre», luego no les pega ese comportamiento de divos… me aburrí y me fui.

Me cambié de sitio y lo mio es puntería, fui a sentarme con los jugadores del equipo de fútbol de Almeria (equipo de Primera División), estaba al lado del que debe ser la estrella del equipo porque estaba con su representante y dos abogados y se pasaron el rato hablando de su carrera profesional, sus temporadas y sus esperanzas de que lo fichen para irse a Estados Unidos (¡Pero si allí casi no juegan al fútol!). Como de fútbol no sé nada, si te puedo decir que muchos de ellos más que jugadores parecen modelos.

Nos llamaron ya para embarcar, con retraso y pasó lo que llevaba toda mi vida esperando, lo que he visto en las películas y siempre he querido que me pasase a mi, cuando fui a embarcar me dijeron que esperara que me cambiaban el billete ¡¡A PRIMERA CLASE!! Me hizo una ilusión más tonta (el viaje es una hora) que no pude parar de sonreír  claro que todo el mundo en la cola se me quedó mirando con mala cara. Además mi asiento era en primera fila y todo el que entraba al avión me veía. El motivo del cambio es que y iba sentado en el avión en medio de los del equipo de fútbol y pidieron mi asiento para ir todos juntos y por eso la compañía me cambió a mi a primera… la verdad es que ir sentado en medio de los jugadores de un equipo de fútbol tiene su cosa (!!!!!), pero yo prefiero ir en primera clase, la verdad.

El viaje fue una maravilla, tengo que decir que ha sido mi mejor viaje con Spanair, que siempre los he criticado, esta vez tengo que alabarlos, un viaje muy cómodo, muy buen servicio y muy entretenido con todas las tonterías que nos fueron dando, desde paquetes de Pringles, sandwiches, vinos, zumos, bocadillos, periódicos,chocolatinas… Y además como el avion salió con retraso, Spanair tiene un compromiso de puntualidad y me han regalado UN VIAJE GRATIS EN PRIMERA CLASE!!! Lo sé, lo sé…. ¡Tengo una flor en el culo!

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  1. Anita
  2. Merce
  3. carlos
  4. Sonia G

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