Haciendo el Check-in en el Hotel

Lo primero que uno ve al llegar es una gran puerta, con varios vigilantes que muy amablemente comprueban que puedes acceder al hotel, que ya tienes reserva. Si no no se puede entrar y eso es algo que directamente ya impresiona, es la sensación (buscada y lograda) de exclusividad, que tu reserva es el salvoconducto a un espacio al que no puede entrar cualquiera.

Y luego llegas con el coche hasta esto que estas viendo en estas fotos de arriba y abajo, esta espectacular entrada de agua rebosante con un tejado, bajo el cual aparcar. Todo es verde, unos jardines preciosos, llenos de flores, sin farolas ni elementos modernos.

Y agua, mucha agua, con la laguna esta a la entrada y dentro otra que rodea por completo la recepción. El que diseño este escenario desde luego conocía el tema del Feng Shui. Todos los elementos de la naturaleza, la presencia del agua por todos lados, apenas tiene paredes, las flores, etc.

Por supuesto, en cuanto paras, llegan los botones para sacarte todo el equipaje del coche y guardarlo, ya no tuvimos que hacer nada más, ni decir la habitación ni nada, ellos ya se organizan para que la siguiente vez que lo vimos, lo estaban entregando en las habitaciones.

Y cuando entras dentro esto es lo que te encuentras.

Un gran corredor diáfano, con el techo de madera recubierta de paja, con paredes sólo en un lado y una laguna en frente a la recepción. Todo es muy nuevo y está decorado con muy buen gusto, todo con flores frescas, raices secas, rocas, etc.

Y no hay mostrador de recepción, eso es lo que nos ha dejado locos, aquí es donde realmente hemos visto en la clase de hotel que nos estamos alojando. He estado en cientos de hoteles en mi vida y esto es la primera vez que lo veo. Al salir del coche, ha venido una señorita y nos ha acompañado a unos sofás y nos han traído unas toallitas para refrescarnos las manos, nos han traído unas bebidas de frutas y unas brochetas de frutas frescas, para que fuésemos tomando algo tranquilamente, mientras la chica se encargaba de todos los trámites del check-in, que incluía preguntas del tipo que si somos alérgicos a algún alimento, porque en el restaurante lo tendrán en cuenta al hacer los menús… nosotros con la boca abierta! Con una joyería de las que quitan el hipo en la misma recepción y una tienda de ropa y complementos para lo que puedas necesitar durante la estancia. Flipando…

Nos han ofrecido hasta si queremos hacer las reservas de los restaurantes para los días que vamos a estar, ya que además de un gran buffet que se sirve todo el día, hay 4 restaurantes temáticos que son para las cenas, restaurantes de cocina india, cocina tailandesa, restaurante italiano, uno marinero y otro gourmet. Que vamos a ir probando cada noche…

Pero lo alucinante es lo fácil que te lo hacen todo, lo atentos que han estado a todo, que te desentiendes, que te lo dan todo solucionado. Y así es para todo el mundo, sin colas, sin trámites tontos, te lo hacen todo y te lo dan todo hecho. Se llevan los datos de tu vuelo para confirmar tu vuelta.

Todo el personal es super amable, todo el que pasa te saluda sonriendo. Todo está limpísimo, ni siquiera ves hojas flotando en el agua.

Toda la recepción mira al agua, eso es precioso. Sali decía que para ser una piscina es demasiado poco profundo….

Esta es la recepción vista desde dentro.

Aunque este hotel todavía no lo tenemos en nuestra web de Hoteles en Mauricio porque está abriendo sus puertas, como aquel que dice. Si tenemos otros de la cadena Beachcomber, como el Hotel Le Mauricia y el Hotel Le Victoria. Que viendo como es este, habrá que promocionarlos, porque este es una maravilla.

Hay muchísimo personal, nos hemos quedado alucinados, puede haber perfectamente tres trabajadores por cada huésped  Hay trabajadores para todo, no tienes que esperar nada nunca, todo es al momento, la gente super atenta a tus necesidades. Quizá eso nos cueste más llevarlo, el excesivo servilismo, pero bueno, dejarse cuidar no esta nada mal.

Hay un mostrador para otras cuestiones de la estancia, esto ha sido al rato que hemos vuelto porque nos hemos dado cuenta que los 4 hemos venido sin pasta de dientes, yo he echado un tubo vacio y a ellos se les ha olvidado, así que hemos ido a pedirla. Tambien para reservar los restaurantes y es una gozada, cero colas, el personas super amable, volcado en solucionartelo todo.

Y lo más divertido, al terminar el check-in, nos han recogido a los 4 en un carrito de golf y nos han llevado hasta nuestras casitas, nos hemos reído un montón, esto de los carritos nos va a molar, son super silenciosos, eléctricos y corren un montón.

Y quiero terminar enseñándote la recepción por la noche, está cerca de nuestras casitas y es una preciosidad. Estamos realmente impresionados con el hotel, con su calidad, con su servicio y por supuesto con los edificios que lo componen, que es moderno, pero a la vez tiene un encanto isleño muy logrado.