Koldo y Maider dicen que ya nos conocemos la costa de Guipuzcoa mejor que muchos vascos. Uno de los sitios que nos quedaba por conocer y es de los más bonitos es Hondarribia, que antes se llamaba Fuenterrabía. Es un precioso pueblo fronterizo entre España y Francia y que siempre ha sido un pueblo marinero. Uno de esos sitios en la esquina del mundo que no han tenido una invasión moderna y que han mantenido un precioso encanto. Ahora es un pueblo tremendamente bien cuidado y que la visita es una grata experiencia y sorpresa. Hoy paseamos por las calles de Hondarribia para seguir enamorándonos de Euskadi un poquito más.
Hondarribia es un pueblo de mar, un pequeño pueblo de pescadores que ha vivido de la pesca y que se ha desarrollado en torno a ese mundo. Sin la industria de otras localidades cercanas como Irún u otras ciudades del interior. Aquí sólo hay casitas de pescadores y la fortaleza, que muestra como esta es la frontera histórica entre España y Francia.
Es tan frontera, que eso de la foto ya es Francia. La ría es la frontera entre los dos países, una orilla es España y la otra ya Francia.
Un pueblo que tiene muy presente su historia y tradición marítima. Nos encontramos un barco restaurado en dique seco y nos contó Maider que lo van a convertir en un museo.
Lo que gusta de Hondarribia es que todas las casas tienen ese encanto de lo antiguo, incluso las que tienen menos años tienen un aire clásico marino, de arquitectura de madera que queda precioso.
La conservación es excelente, mires donde mires, todos los edificios están muy cuidados y limpios.
Es una ciudad multicolor, con cada edificio con una gama de colores.
Las casitas tradicionales de los pescadores son así, con grandes balcones que recorren toda la fachada. Todo con vigas de madera y mucho color.
El paseo central es muy chulo como zona de paseo y de ocio, con muchos restaurantes y sitios para tomar pinchos con un txakoli.
Nosotros hemos parado para tomar un txakoli y unos chopitos y champiñones.
Me he vuelto loco haciendo fotos a las casas, por mi se las hacía a todas.
Muchas veces parece como un pueblo de cuento, como Suiza o algo así. Tan cuidado y tan colorista.
Hemos ido al Restaurante Gran Sol a comer, por que es el ganador de varios años del mejor pincho de todo Euskadi. Así que no nos lo podíamos perder.
El restaurante no es muy grande y no tiene demasiadas mesas, sin embargo es muy conocido. Estaba hasta la bandera todo el tiempo que estuvimos. Los camareros no paran ni un segundo, todo a la carrera, pero consiguen milagrosamente atender a todo el mundo y a tiempo.
Un curioso pincho con una cama de crema de vegetales con carne y luego un chupico de hielo seco, con aroma a consomé, sólo para oler, no para comer.
Un huevo medio cocido con una cama de masa de pan con chorizo,salsa de oro y patatas paja. Buenísimo!
Por supuesto el foie, una de mis mayores debilidades curlinarias.
El mejor para mi gusto, con una tosta de pan, con mermelada de tomate, pimientos de piquillo, foie y bacalao… increible!
Y una sorpresa con estos rollos de papel…
Que dentro tenían este bocadillo que es una auténtica delicia de pollo, bacon y crema de setas. Una combinación deliciosa. ¡Que bien se come aquí!
Un sitio para ir a probarlo todo, por que todo tiene una pinta estupenda.
Un paseo por Hondarribia es un paseo por otro tiempo, con muchas zonas peatonales, se puede andar para conocerlo mejor. Ir viendo las casitas de los pescadores por todo lados.
Mires donde mires todos los edificios son muy chulos, un sitio con mucho encanto.
Esta casita es la que más me ha gustado, muy sencilla, pero tan bonita.
Y luego subes a la parte más antigua, lo que era la fortaleza medieval de la ciudad.
Aquí los edificios ya son más importantes, más recios y elegantes. Tienes que fijarte en las fachadas para ver mil detalles.
Lo que me alucina es lo bien conservado que está todo. Todo limpio y bien pintado.
Me encantan las casas de colores.
Y este es el Parador Nacional de Hondarribia. En plena zona antigua de la ciudad.
Este es el parador por dentro, aunque no hemos pasado de aquí. Para poder visitarlo tienes que alojarte en él.
En esta zona más antigua hay tiendas y restaurantes que son auténticos monumentos de lo históricos que son.
Este restaurante me ha enamorado, otra vez tenemos que volver para comer en él, por que tenía una pinta excelente. Sabor a tradición.
Toda la ciudad estaba amurallada, está en lo alto de una colina dando al mar. Era un baluarte defensivo de la frontera y todavía conserva muchos elementos de esta parte amurallada, como los castillos de las puertas y la propia muralla en si.
Una de las puertas de la muralla.
Un curioso vigilante de la puerta.
Y las murallas que eran impresionantes, no me imagino de qué defendían la ciudad, pero eran de las más altas y gruesas que he visto nunca. Su estado de conservación es muy bueno y se puede ver un buen trozo.
Y termino la visita con una preciosa foto de la puesta de sol en el mar. Esta ciudad marinera ha sido una gran sorpresa, un sitio precioso y muy recomendable, para visitar y sobre todo para hacer una parada gastronómica.
Preciosa, preciosa Hondarribia!! Muy bien conservada y super colorista.
Y como se come por esa zona, que de variedad de pinxos, ummmmmm
Lo dicho próxima salida del "El Blog" a San Sebastian y alrrededores.
Besitos!!
PD. Felicitar a Koldo y Maider por su estrenada paternidad-maternidad. Que no duden que si voy por esos "lares" me hospedaré en su pensión. Un beso a los tres!!
Yo también voto a quedada en Donosti!!!! Lo que más me gusta del mundo mundial son los bares lleeeeeeenos de tapas a cual mejor. Mucha envidia es lo que tengo ahorita mismo!
Se os quiere!
No conocía Hondarribia, pero después de esto habrá que verla in situ.
Pobre David, ya te estamos liando otra vez, jajaja
Hola Manuela! Muchas gracias por la felicitación. Un abrazo a todos!
Hola a todos!
Veo que ya tenemos destino! Je je je je Lo organizaremos.
Un besazo a todos!
DVD
Hola, soy de Hondarribia y me ha parecido muy bonito tu reportaje sobre ella.
La verdad es que es un lugar privilegiado para vivir, aunque a veces nos acostumbramos y no apreciamos el lugar en el que llevamos el día a día.
Espero que disfrutarais de la estancia, y el recuerdo veo que fue bueno! Agur!
y tu ¿qué opinas?