Hotel Intercontinental Tokyo Bay

!Hemos llegado a Japon! tras el largo, pero cómodo viaje, llegamos a destino. Hemos llegado muy nerviosos, Sonia y yo no dejábamos de repetirnos a nosotros mismos !Que estamos en Japon! Quien nos lo iba a decir a nosotros…. La llegada con sorpresa porque esperaba un paisaje urbano de hormigón y el aeropuerto de Narita está en mitad del campo, así que hemos visto mucho verde y paisaje rural antes que nada.

Los tramites muy bien, lentos, pero los policías de frontera mucho mas majos que los americanos, se esfuerzan en que lo pases bien. Lo mas chungo es la parte de «cuarentena», un pasillo lleno de carteles médicos por el que tienes que pasar y una cámara va tomando la temperatura a todos y tienes una sensación muy rara eso de que te midan tu temperatura por si tienes algunas enfermedad. Los japoneses son unos paranoicos de estas cosas. Tambien te toman las huellas y te hacen una foto.

Pero lo alucinante es que todo deja de entenderse, todo pasa a estar escrito en caracteres japoneses. Es verdad que todo en el aeropuerto de Narita esta luego escrito en ingles, coreano y chino. No hemos tenido ningún problema para pasar todos los tramites y salir donde nos esperaba el traslado al hotel, pero es impresionante ver que de repente no eres capaz ni de leer los carteles.

Y por Internet habíamos contratado el traslado desde el aeropuerto al hotel y estamos muy contentos, el chico (un japones que se llama Mike) nos estaba esperando con el cartel con el nombre y nos ha traído muy bien. La sorpresa es que !Los japoneses circulan por la izquierda! Como los ingleses, no lo sabia y me he quedado de piedra, no me lo esperaba.

Y llegamos a nuestro hotel el Intercontinental Tokyo Bay en la zona financiera de Tokio. Es un hotel de lujo, sobre todo destinado al viajero de negocios. Como todos los Intercontinental es un poco recargado, pero el servicio es muy bueno. Demasiado bueno, porque hay muchísima gente trabajando aquí y hay personas que están ahí solo para saludarte, otra que esta para cuando te acercas te llama al ascensor, botones, recepcionistas, etc. Un servicio muy bueno.

Nos habían advertido que los hoteles japoneses eran pequeños en comparación con los nuestros, por los problemas de espacio que se tiene aquí, todo se hace pequeñito  así que las habitaciones distaban mucho de las nuestras. Ya lo teníamos asimilado cuando hemos llegado y nos hemos encontrado con una habitación enorme, muy espaciosa.

Tiene todo lo que podemos necesitar, como esta mesa de trabajo, desde la que te escribo ahora mismo.


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Aunque lo mejor no es eso, sino las estupendas vistas que tenemos de la bahia de Tokio. Es una pasada.


Mira que bonito.



Y termino con el bano, que es tambien muy grande, tiene tanto banera como ducha y tiene (mas bien tenia) cantidad de cositas de las que me encanta llevarme.

Aunque lo mejor de lo mejor me lo reservo para el final. Resulta que los váteres de Japón, cuando uno termina de hacer caca !Le limpian el culo! Sale un chorro de agua, muy bien dirigido que te limpia, tu puedes regular la fuerza y temperatura del agua del chorro. Así no necesitas limpiarte con papel (aunque yo si lo he usado, esto es muy raro para mi). Tengo que confesarte que me ha dado un ataque de risa al usarlo…… pero si que me parece algo original y practico. El aro de la taza se calienta a la temperatura que le digas para que no te de impresión y cuando terminas del todo ademas echa ambientador je je je !Estos japoneses son la leche!

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  2. Manuela
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