Mientras vas leyendo, empieza ya a pensar cuando tienes los próximos días libres, en ir al trastero a por las maletas y ver que te llevas para dos o tres días y en darle un golpe seco a la hucha cerdito, por que te voy a enseñar hoy un hotel del que te pondría de tarea que lo visitases o más bien por prescripción facultativa cuando estés con estrés, porque es un hotel que en sí mismo es un destino, no hace falta ni salir fuera y eso que está en un sitio precioso. Es el Hotel Vistabella en Roses, Girona.
Cuando cambiamos la ruta de vuelta del viaje de París no sabíamos donde ir, en un principio pensamos en quedarnos alguna noche en Francia, por Toulouse, pero siempre que vamos a esta zona vamos al Pirineo Catalán y no conocemos la costa, así que pensamos en venir a conocer la Costa Brava, y ver el legado de Dalí en Cadaqués, así que elegimos Roses para alojarnos y mirando opciones dimos con un hotel de 5 estrellas que tenía buen precio, no teníamos más referencias. El viaje fue muy largo, porque hicimos desde Poitiers hasta Roses del tirón, 8 horas de coche y cuando llegamos por fuera el hotel no nos dijo nada, es un edificio como has visto arriba bajito, sólo dos plantas, pintado color crema y aparentemente antiguo. Pero todo cambió cuando vinieron dos botones y nos abrieron las puertas del coche, nos acompañaron a recepción y se encargaron de sacar las maletas del coche mientras hacíamos el check-in. Este es un hotel donde el servicio excede la excelencia.
La imagen que da el hotel a la carretera no tiene nada que ver con la imagen al interior y al mar, ese pequeño y feote edificio se convierte en un balcón gigante al mar, al sol y la luz, con un cuidado por el detalle y el relax absolutamente excepcional.
Todo el hotel se vuelca al mar, con un camino que bordea el mar y te lleva a dos calas, una a cada lado donde disfrutar de la playa. Hemos llegado en su primer fin de semana de apertura, porque cierra en el invierno, ya que aprovechan para modernizar instalaciones cada año, me imagino que en verano debe ser un sitio realmente espectacular.
Aquí después de salir del Spa…
Como te decía el hotel es en sí mismo un destino, no necesitas salir de él para nada, porque tiene diferentes espacios donde estar y relajarte. Zonas de odio y zonas relax.
A mi me ha encantado el cuidado extremo del detalle en todo sitios, han hecho un sitio con un encanto especial y han sacado posibilidades de cualquier rincón.
Esta es una de las calas que están al lado del hotel, que se va andando por un caminito al borde del mar.
♫ Mirando ♪ al mar ♫ soñé… ♪ …
Yo con subirme a todas esas piedras a coger cangrejos, que me encanta jugar con ellos.
Volvemos al interior, a la recepción. Yo creo que nada más llegar aquí ya nos encantó el hotel, no tanto por el edificio, que ya ves que no es nada llamativo, sino por el servicio, es trato es fantástico y el personal es super amable, te ayudan en todo lo que pueden y más. Además nos transmitieron mucho el ser bienvenidos en el hotel, tratarte como que eres alguien especial para ellos y sobre todo que les encanta donde trabajan y lo que hacen, que es un mensaje que si se lo transmites al cliente, te lo has ganado. Las mujeres de recepción hablaban del hotel como de su casa, con orgullo y eso hace mucho.
El hotel no es muy grande y el ambiente es como muy familiar, es un hotel con muchos extranjeros.
Y llegamos a la habitación. Muy luminosa, eso me ha encantado, grande y cómoda. Muy rollo Mediterráneo.
Muebles de mimbre (plástico) cómodos y electrónica de primera, la mezcla es algo rara, pero todo orientado a tu comodidad.
Y una cosa curiosa, en el baño hay una ventana, pero abierta, que de al dormitorio, pero lo que busca es que puedas estar en la bañera viendo el mar. Me ha parecido muy chulo, se puede cerrar, claro, pero el que puedas estar en la bañera metido viendo los barcos, es una chulada.
Y el baño por dentro.
Los amenities, que sabes que me gusta enseñarlos, muy completos, muy buenos.
Y nuestra habitación tiene una terraza al mar, con una parte abierta y otra cerrada, con estas sillas en un lado, por si las quieres sacar para tomar el sol.
Y unas sillas y una mesa para estar en esta parte interior, que a nuestros vecinos de habitación le encantan, porque están siempre aquí sentados.
Y un detalle que me ha encantado, prueba de la personalidad del hotel, es el clásico «No molestar» y «Háganme la habitación» aquí se hace por medio de estas borlitas de colores, rojo para no molestar y verde, lo otro. Muy original.
Y el Spa no es muy grande, pero suficiente para el tamaño del hotel. Una piscina interior climatizada.
Y dos saunas, una seca ( sauna finlandesa) y otra de vapor (baño turco), que como te imaginarás, Javi utilizó, porque le encantan las saunas, yo aguanté un rato nada más.
Y una cosa fundamental, el desayuno… sorprendente!
Una variedad enorme de opciones, tanto de dulce, salados, frutas, quesos….
Tu café Nespresso, que aunque yo soy de café recién molido, cada día me gustan más estas cafeteras.
Me encantó la variedad de quesos para desayunar, con lo que me gusta el queso en cualquier momento, tener opciones para la mañana también me conquistó.
Zumos y frutas frescas
Y todo con vistas al mar
Y estamos en Cataluña, así que se desayuna Pan tumaca, que yo aquí lo tomo siempre.
Y la plancha para hacer huevos o tortillas, que las hacen deliciosas, con huevos frescos además.
La cafetería del hotel en la terraza.
Y el hotel tiene varios restaurantes, de uno ya te hablé ayer, del fantástico Restaurante Els Bracs que tanto me gustó y sorprendió. Y luego otro que se llama «Balcó de Mar» por motivos obvios y que también probamos para sorpresa y alegría nuestra.
Un sitio pequeñito al borde del mar con una cocina fantástica. Nos llamó la atención que estamos en la apertura de temporada del hotel y sabemos que hay pocas habitaciones ocupadas, pero hay más mesas que huéspedes en el hotel y es que nos contó el dueño que vienen desde Francia a comer aquí cuando trae piezas especiales de pesca del día, porque son clientes fijos que tiene el teléfono y les avisa cuando tienen algo que les gusta especialmente.
El detalle del bajoplato.
Y una alegría es que tras estas semanas en Francia, donde el vino es caro, llegar a un restaurante donde tienes las botellas de vino a 10€ es una alegría. Es un hotel de 5 estrellas, pero los precios son bastante ajustados, incluso en los restaurantes.
Nos invitaron, bueno, a mi, porque Javi ni tocarlos, a unos calamares que estaban riquisimos. Y luego el ali-oli con el pan, que es una costumbre que me encanta, tres veces tuvieron que rellenárnoslo, porque estaba delicioso.
Y nos pedimos, por recomendación del dueño, un plato de vegetales, como pisto, pero sin tomate, que estaban riquísimos.
Una ensañada muy buena también, muy vistosa en la presentación.
Y aunque lo normal es que los arroces sean como mínimo para dos, les pedí si me lo podían hacer para mi solo y aquí tienes mi paella de marisco, toda para mi… mmmmmmmm
Y Javi se pidió un plato muy curioso, por ser el sitio que es y la clase de restaurante, que destacaba en la carta, Pollo al Curry, pero nos dijeron que era una especialidad de la casa, que traen las especias de India y lo elaboran al modo tradicional, durante horas, así que Javi no se resistió y le encantó, felicitó al dueño por el plato antes de irnos.
Y una cena muy frugal 🙂
Y antes de irnos, nos recomendaron que visitásemos las nuevas suites del hotel, porque cuando se cierra por temporada el hotel, aprovechan para hacer reformas, un año hacen el SPA, otro la terraza, otro el restaurante, etc. Así se mantienen permanentemente actualizados sin interferir con los huéspedes y este año han sido las suites las que se han hecho y como estamos en el primer día tenemos la suerte de poder verlas antes de que se ocupen. Nos han dejado sin palabras.
Esta es la terraza de la suite, mira que vistas y que muebles tan chulos.
Y este es el jacuzzi privado de la suite
Y las vistas
El hotel lo llevan dos hermanos y ellos se encargan de todo, hasta de la decoración y tienen un gusto excelente, porque no se suelen ver habitaciones de hotel con este grado de detalle, ni siquiera en las suites. Cada una es de una manera, esta es otra diferente a la de arriba.
A mi me volvió loco esta ducha en medio de la habitación con 4 piezas de lluvia.. el paraiso!
Una zona de estar extra en la suite para el chófer o la asistenta con su propia cama y baño. Todo pensado.
Y también tienen suites más pequeñas.
Me ha encantado el tema de la iluminación de las habitaciones, siempre luces indirectas, mucha luz solar.
Mira que lámpara en forma de vela de barco más chula.
Mira que lámpara en forma de vela de barco más chula.
Y esta otra suite con una linea de luz indirecta en el techo.
Con su propia barra para tomar unas copas, te las preparas y te sales a tu propia terraza a tomártelas ¿Cuando nos vamos de escapada aquí?
Me enamoré de esta zona de baño de la suite que me recuerda a un monasterio medieval, para ponerte tu música chill out y a relajarte en el baño.
Desde que llegamos fans incondicionales, un hotel sorprendente, una de las alegrías del viaje. Un sitio con personalidad y buen gusto, gastronomía de 3 Estrellas Michelín y una atención que excede todas las espectativas. Hemos disfrutado de unos días aquí fenomenales y esperamos que sea un sitio que podamos convertir en nuestro refugio y volver más veces.
Ana Urba:
Precioso hotel, especialmente las vistas y el lugar privilegiado donde se encuentra.
Me han gustado muchos las suites y, sobre todo, los cuartos de baño, y las terrazas una pasada.
Este hotel me lo apunto.
Besos.
Estupendas vistas, desde luego un sitito nuevo para hacer turismo
Ya lo decías en la entrada anterior!! Será cuestión de escaparnos un fin de semana para probar el hotel y los restaurantes. Precioso!!
y tu ¿qué opinas?