Jo, que noche!

Pese a la «Revelión de las Chaquetas», la cena fue de lo más divertido, habían vuelto los mexicanos, así que nos pasamos la noche contando historietas, cosas de Hawai y hablando de Golf, quieren que aprendamos a jugar al golf, ellos se han pasado los tres días en el archipiélago jugando en campos de golf de cada isla y estuvieron convenciéndonos de las bondades, así que nada al final posiblemente lo probaremos. Siempre me ha parecido un deporte de los más «snob», pero es verdad que todo el que lo prueba se engancha, así que nada, cuando tengamos tiempo daremos unas clases a ver que tal ¿Alguien se apunta?

En la cena nos lo pasamos muy bien, así que decidimos estirar la noche con los mexicanos y nos fuimos con ellos, estos se pasan todas las noches en el casino, pero como la Marquesa se les «adhiere», nosotros pasamos, solemos ir al Blog o terminar de ver la peli que hayamos alquilado por la tarde. Pero anoche nos fuimos con ellos y ellos encantados, decidieron «apadrinarnos» en eso del juego y dijeron que nos iban a enseñar a jugar… para ganar. Siempre me decís que yo tengo mucha suerte y no lo voy a negar, estas cosas se me dan bastante bien, pero tampoco lo hago mucho, te imagino ya moviendo la cabeza, diciendo que si, si, si. Nosotros sabemos jugar a la ruleta, aprendimos con un crupier en Las Vegas hace unos años, pero nada más, así que Carlos nos enseñó a jugar a los dados ¡Es divertidisimo! Nos pasamos hasta la media noche en la mesa. Nosotros pusimos 100$ para jugar en fichas… cuando terminamos teníamos más de 200$. Aprendimos muy muy rápido, es matemática pura, Jugamos Carlos y yo, Javi prefirió ser mi traductor y era el que me explicaba lo que decían los crupieres  no sé si sabes jugar, pero cuando uno tira los dados en realidad los tira para todos los jugadores, todos ganan o pierden con lo que tu hagas… pues tuve una mano con la que los de la mesa ganaron una pasta, uno de los jugadores ganó más de 100$ solo en una mano mía, así que a la siguiente vez que me tocó todos metiendo pasta en la mesa como locos. 

Tuve muy buenas manos, de hecho llegue a tirar los dados mas de 20 veces seguidas, ganando en 7 ocasiones seguidas. Claro que a veces se gana y a veces se pierde, pero sobre todo nos lo pasamos genial, fue muy emocionante. Carlos estaba encantado con nosotros, así que cuando nos retiramos de la mesa y recogimos las ganancias decidió explicarnos el «secreto» del juego, fue la clase de matemáticas más interesante que he tenido en mi vida, se pasó una hora haciéndonos cálculos matemáticos para explicar la forma de jugar que nos había enseñado, el tío es un coco que no veas. A todo esto que llega la Marquesa, cuando Carlos le dijo que habíamos ganado tanto se quedó blanca, no nos creía. Empezó a decir «Carlos a mi me tienes que enseñar a ganar así también» pero Carlos pasó olímpicamente y al final se fue mosqueada.

Después de la «clase de mates» le tocó el turno a Gabriela, la mujer, ella se pasó toda la noche en las tragaperras, esa foto que ves es de ella, es majísima. Empezó a explicarnos todo el tema matemático y de juego de las maquinas, que son cálculos matemáticos que devuelven siempre un % de lo que metes, cuando hay muchas algunas dan un % menor y otras dan un % mayor, incluso por encima del 100%. Nos sentamos Gabriela y yo en dos maquina y metimos dinero, empezamos a jugar y de repente en mi maquina se enciende una luz y empieza a dar vueltas, como las luces de las ambulancias y se empiezan a encender unos rótulos de «Winner» y la maquina empieza a hablar, pero como no nos enterábamos seguíamos jugando, se acercó un hombre a Javi y le dijo algo, pero Javi no lo entendió  cuando se acerca un crupier y me dice que le de mi tarjeta del barco, le preguntó ¿Para qué? Y me dice que acabo de ganar el bote acumulado de las maquinas… empezamos a reirnos, no era mucho, 40$, pero es que fue nada más sentarme. Gabriela estaba encantada y justo en ese momento llegó la Marquesa, que estaba en las tragaperras también  creyendo que le había tocado a Gabriela y cuando le dijimos que era mio, se dio la vuelta y se fue, jajajajaja es terriblemente envidiosa. Comentando la suerte taba teniendo seguí en la misma maquina, como Gabriela me decía, esa maquina me había hecho «ojitos» cuando de repente salta la musica y empezamos a gritar, me había tocado otro premio de los gordos, 280 monedas!! Casi 80$!! Javi salió corriendo y llenó un cubo entero de monedas ¿Sabes lo primero que hicimos?… ¡Ir a enseñárselo a la Marquesa! jajajajajajaja somos lo peor. Gabriela encantada de que hubiésemos ganado con ella de maestra, entonces nos hicimos la foto. Recogimos las ganancias y nos fuimos más felices que unas castañuelas a la cama con 200$ de beneficios en el casino.

Y ¿Sabes qué? Cuando bajé al camarote a dejar la chaqueta, antes de ir al casino, me eché al bolsillo la moneda de la suerte que te conté que había comprado en el templo de Byodo y la tenía durante toda la noche en el casino…

Javi dice: Yo no jugue, se me olvido lo de la moneda, si nos llegamos a acordar, me pongo en otra maquina a saquear el casino… vamos, que con un poco de suerte, las excursiones nos salen gratis… je je je