La nueva terraza

Hace ya tiempo que cerramos la terraza de casa y no te lo había enseñado. Ahora ya la tenemos más presentable, porque quería poner en medio de la mesa, arena de la playa que trajímos de Isla Mauricio con las que hemos traído de las Islas vírgenes. Con los «tesoros» que sacábamos del fondo del mar mientras hacíamos snorkeling, que son souvenirs que tienen el valor especial de haberlos sacado tu mismo. 
Lo que tenemos ahora es una terraza que podemos usar todo el año, porque ni hace tanto calor en verano y sobre todo, porque no hace tanto frio en invierno. No es un cerramiento de obra que aísle por completo, que se nota que tiene sus pérdidas, pero si que protege mucho y es más fácil de acondicionar. Nosotros la terraza la hemos tenido siempre infrautilizada, porque en verano hace demasiado calor y se está mejor con aire acondicionado y el invierno es mortal, porque no nos da nunca el sol, ahora todo eso ha cambiado y tenemos una nueva pieza en la casa.

El cerramiento lo han hecho los de Lumon (Infivin) una empresa de Finlandia que está especializada en cerramientos sin obra, que son casi invisibles desde fuera y que te dan una gran sensación de amplitud porque mantienes toda la luminosidad. Ha costado mucho tener esto, porque fue una dura batalla con el presidente,(ahora felizmente ex-presidente, felizmente nosotros, claro) de a comunidad. Pero creo que ha merecido la pena la batalla por tener un nuevo espacio que podemos usar, por ejemplo lo preparamos para la cena americana por su alguna de las chicas quería salir a fumar. 

Los muebles del centro son muy chulos y muy cómodos, son grandes y me han dejado una gran mesa, en la que podemos hacer cenas de esas de carne a la parrilla que nos gustan tanto. Pero con tanto espacio se me ocurrió la idea del jardín japones, esos jardines de arena con piedras y en la luna de miel de Sali y Ana cogimos gran cantidad de arena de Mauricio, que es muy blanquita (que casi nos la quitan en la aduana de Dubai) y también podemos usar las caracolas que congiamos del fondo y ahora hemos traído algunas más del viaje, por eso lo he dado ya por finalizado y he puesto las fotos.  


El jarrón y el cuenco tan chulos era algo que no te había enseñado, los encontré en el fondo del mar en Mauricio, que hay muchos barcos hundidos y hay dos cuencos como ese, antiguos totalmente cubiertos ya de coral y son muy chulos, son mis tesoros del viaje y tenía ganas de poder tenerlos a la vista. 

Así que cuando quieras hacemos una merienda o una cena aquí, que se está de maravilla. Como dijo Lola en otro día, es bueno para el espíritu renovar el espacio en el que vives, así que tenemos un espacio renovado.

Como me gusta compartirlo todo contigo, no quería dejar de enseñarte este nuevo cambio, que además del de Miami de esta semana, tambien en Alcobendas, tenemos nuestros arreglillos. 

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