La Sorpresa

Todavía se me pone la piel de gallina de acordarme de la sorpresa que me dio Javi ayer… la verdad es que me dejó callado de la emoción. A la hora de comer me dijo que no nos daba tiempo a hacer nada así que me llevaba a comer fuera para celebrar el día… hasta ahí en realidad todo normal. Pero la verdad era que hace semanas Javi llamó al Hotel Amura, donde celebramos la boda y le pidió a la relaciones públicas (la que organizó nuestra boda ya no trabajaba ahí, pero la nueva, si se acordaba de nosotros, porque fue quien nos cobró al día siguiente todo y le regalamos una de las cajitas que sobraron y le encantó, dice que le tiene mucho cariño al muñeco) que nos preparasen una comida en la que los platos fuesen los mismos que comimos en el banquete, todos los detalles los mismos, hasta los vinos, el champán… todo igual.

Cuando nosotros llegamos directamente nos sentaron y nos sirvieron la comoda ¡¡¡Imagina mi cara!!! Me quedé emocionado, con las lágrimas saltadas del detallazo que ha tenido Javi al organizar eso. Además vino un camarero de los que atendió la boda, que se acordaba de nosotros, dijo que ha sido la boda más original que hayan tenido nunca en el hotel, que es famosa por todos los detalles que hubo, las cámaras en las mesas, los regalitos… nos pidió una foto que se hizo con su (ruidosa 13ª, la de los amigos de mis padres) mesa. Así que hizo que nos acordásemos de más cosas, nos pasamos toda la comida rememorando los mejores momentos del día, la noche y el día siguiente.

No te tengo que decir como estaba la comida, a mi se me saltaban las lágrimas con el salmón, entiendo a los que se comieron tres platos, que cosa más deliciosa. Y la ensalada es ya antológica y mira que es sencilla, pero riquísima. Nosotros en la boda si que comimos muy bien, siempre se dice que los novios en la boda comen mal por los nervios, las prisas y tal, pero nosotros si comimos bien, pero la verdad es que ahora hemos disfrutado todavía más, sobre todo la carne que se vio muy eclipsada por el salmón y ayer si que la saboree como se merecía, ese chuletón de Ávila.

Brindamos con champán por toda una vida juntos y nos invitaron a una copa de licor.. total, que entre la botella de vino blanco de la ensalada y el pescado, el tinto de la carne, el champán y el licor ¡¡¡Nos agarramos una cogorza!!! Salimos del restaurante haciendo eses… Javi no fue capaz de aparcar el coche en el garaje y lo dejamos en la calle… ¡Y a dormir la mona hasta por la noche! ¡¡Si es que no sabemos beber!!

Pero lo pasamos muy bien, fue un día muy especial y el año que viene vamos a volver a repetir el menú, aunque con los amigos y la familia ¿Te apuntas?

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