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Y termino la narración de nuestro viaje por Puigcerdá con la visita a un pueblecito que tiene un curiosidad histórica y geográfica, se llama Llivia y es un pueblo español, pero que tiene la peculiaridad de que está en territorio francés. La zona verde de abajo, donde pone Puigcerda es la frontera española y el territorio azulito, desde el puntito gris que pone Bourg-Madame es ya territorio francés. Pero como ves hay una especie de isla dentro de Francia, que es Llivia que es española. Una verdadera rareza histórica.

En 1659 por el Tratado de los Pirineos, España cedió a Francia 33 pueblos catalanes, que hoy en día forman la región francesa de los Pirineos Orientales. Pero Llivia no era un pueblo, sino que tenía el título de «Villa» concedido por el Emperador Carlos V, por lo que quedó fuera del tratado y permaneció en España, aunque rodeada de territorio francés.
Una curiosidad histórica que provocó esto es que durante la Guerra Civil, cuando los franquistas ocuparon Cataluña, no se atrevieron a llegar hasta Llivia y tuvieron que pedir permiso al gobierno de Francia para poder ocupar esta ciudad, ya que obligatoriamente tenían que cruzar territorio francés.
Otra curiosidad histórica, la peculiaridad de Llivia provocó la llamada «Guerra de los Stops» entre el gobierno Español y Francés durante casi 20 años. El 1866 el Tratado de Bayona establació que la carretera que va desde España hasta Llivia sería de libre circulación, sin frontera, por que sólo iba en esas dos direcciones y de hecho por esa carretera tenían prohibido circular los vehículos que no tuvieran matrícula española (hasta 1995 con el Tratado de Schengen). Pero en los años 60 del siglo XX Francia construyó dos carreteras que cortaban esa carretera y colocó Stops en los cortes, pero hacia el lado español, de modo que obligaba a los españoles a parar y que los franceses siguiesen circulando. Los españoles de la región tomaron la ley del tratado como que estos Stops violaban lo firmado así que arrancaron los Stops cada vez que estos se ponían: Durante 20 años se estuvieron arrancando los Stops, hasta hacerlo varios días seguidos.
Finalmente, el los años 80 el gobierno español construyó un puente que pasaba sobre uno de los cruces franceses, eliminándolo (aunque el mantenimiento del puente se lo pasó a los franceses) y los franceses a cambio, pusieron el Stop en el lado francés de la otra carretera, cosa que tampoco les gustó a los franceses, por que es territorio francés. Oficialmente, la «Guerra de los Stops» terminó en el año 2001, cuando Francia eliminó ese cruce por una rotonda… y la paz de los Stops llegó 🙂
Nosotros, tras pasar por el puente de la discordia y la rotonda de la solución pasamos una bonita (y soleada) mañana en Llivia. Su posición y sobre todo, el turismo que atrae hace que los granjeros franceses monten en Llivia un mercado semanal donde venden los productos de las granjas (y otros más exóticos y cosas de lo más normal) directamente al público. Y ya sabes que esas cosas nos encantan.
Aprovechamos para comprar kilos y kilos de calçots y frutas.
Luego en los de ambutidos y quesos fuimos muy felices, je je je al pober probar cosas diferentes y comprar varios tipos de embutidos que no conocíamos.
Luego en los de ambutidos y quesos fuimos muy felices, je je je al pober probar cosas diferentes y comprar varios tipos de embutidos que no conocíamos.
Y sobre todo de comprar más quesos, muy buenos, para tener en casa y poder mantener mi intención de tomarnos todas las noches una pequeña tabla de quesos. Esta es una oportunidad perfecta de conseguir cosas que sé que en Madrid va a ser casi imposible y como es directamente con los productores, tenían muy buenos precios.
Llivia es una curiosidad geográfica e histórica, una visita entretenida y recomendable si visitas la zona.
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Hola Noelia!
No conocia ese sitio, fuimos solo por la mañana por que queríamos pasar a Francia para ir de compras. Luego la comida la tuvimos en el restaurante de la Torre del Remei, pero como me encantaría volver allí, ma apunto esta pizzeria que dices.
¿Qué tal llegó Richard?
Un abrazo!
DVD
Qué curioso lo de este pueblecito…
Me ha encantado la historia de los Stops.
Besos.
y tu ¿qué opinas?