Ya estamos en casa, se acaba el viaje a Egipto, por fin y te puedo decir que nada más llegar a casa me tiré al suelo y lo besé… y luego salí corriendo al baño, porque me he traído mi «Mal del Nilo» de las vacaciones. No todo iban a ser souvenirs.
Bueno, el día, a las dos sonó el teléfono para despertarnos, la verdad es que nos cundieron esas 4 horas que tuvimos para dormir. No fue demasiado doloroso… hasta que bajamos a desayunar, no te recomiendo bajo ningún concepto el hotel Zoser si viajas a El Cairo, la habitación vieja y no está insonorizado, a mi no me molesta el ruido para dormir, pero era la queja más escuchada en el desayuno. Y luego eso, la comida de lo peor, a las dos de la mañana no se tiene hambre precisamente, pero se agradece algo apetecible y no lo había. Nos recogieron y al aeropuerto, que a esa hora era de lo más tranquilo. Lo curioso es que cuando llegamos empezaba el rezo y nos dejaron esperando mientras todos se descalzaban y se colocaban a orar girados hacia la Meca, una cosa muy curiosa de ver, trámites, esta vez los billetes de avión si iban a nuestro nombre inmigración y un control policial en el que un tío sentado miraba el scanner y si pitabas te pedía que te acercases a su asiento y te cacheaba sin levantarse… Egipto es así. Lo mejor que en el aeropuerto teníamos un Starbucks y nos hemos tomado un café riquísimo con los Trueba, con quieres hemos hecho el viaje de vuelta, un avión enorme casi vacío hemos ido como hemos querido, tumbados en cuatro asientos durmiendo, un vuelo muy tranquilo. Nos han dado de desayunar carne con arroz….a las 7 de la mañana. Era un avión portugués de LuzAir (la web es para verla, por cutre y el avión que sale en portada es en el que hemos venido) y ha sido tan tranquilo que se han dormido hasta los azafatos.
El vuelo ha sido una maravilla porque mientras todos dormían Isabel, Carlos y yo hemos venido de charla. Ellos son los padres de la familia Trueba y hemos tenido un viaje de lo más interesante, nos hemos contado nuestras vidas, como se suele decir, y cuando nos hemos dado cuenta estábamos a media hora de Madrid. César y Mari nos han recogido en Barajas, nos hemos despedido de Lola, Alejandro y los Trueba y a casita, nos ha dado mucha pena separarnos, ha sido un viaje muy interesante.
Y el título de la entrada del Blog es porque nosotros conocimos a Lola y Alejandro en un viaje hace dos años, y es normal que en los viajes conozcas gente interesante, como Calos y Gabriela en el crucero por el Pacífico. Pero lo que no es tan normal ha sido lo de este viaje, se ha hecho un grupo muy bien avenido, no sólo unas parejas que salen juntos, hemos sido bastantes, un grupo de lo más heterogéneo, pero que nos hemos hecho una piña, al final hacíamos las excursiones y las escapadas todos juntos. Nos hemos dado todos los emails para montar juntos un web con todas las fotos que todos tenemos de todos, algo que no es normal que ocurra, tú tienes compañeros de viaje, pero te aseguro que hemos tenido la suerte de conocer a unas personas geniales. Somos el sector central de los viajes en autocar.



Y ahora las fotos que me van a costar esas amistades, jejejejejeje Mientras todos dormían Alejandro y yo les hemos tomado fotos en el autocar….
Dulces sueños Kake 😀
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Mira que sois malos los dos, pero tú peor por colgarlas, jajajaja
Te van a matar
Por cierto, que inicies bien el próximo viaje, ya estoy deseando ver las fotos….ya sabes que Italia y en particular, Roma, me encantan
Besitos chicos viajeros
Las fotos en las que está durmiendo la gente son muy buenas
y tu ¿qué opinas?