Museo del Jamón de Aracena, Huelva

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El motivo de nuestro viaje ha sido aprender más (y disfrutar más) del mundo del jamón. En nuestra visita previa en Febrero a Jerez de los Caballeros conocimos la tradición de la zona de Badajoz y ahora hemos venido a Aracena, una zona con mucho más nombre y más turismo relacionado con la gastronomía, de hecho tienen hasta su Museo del Jamón. Aracena es el centro de la comarca y tiene la Gruta de las Maravillas que te enseñé ayer como el otro gran elemento turístico.

Esta es la escultura dedicada al jamón, que es la industria próspera, junto con el turismo de la zona. Aunque ya no es tan próspera como era antes. La crisis ha afectado también a este negocio, que antes era muy pujante y ahora la falta de demanda ha hecho que los precios bajen mucho. Los españoles consumimos menos jamón y además la temporada de Navidad, que es su época más fuerte también ha caído mucho porque gastamos menos en cestas con jamón, así que sin ser lo que era, si que es un motor para la zona.

El jamón español vuelve a tener el problema de otros fantásticos productos de nuestra tierra, que los 4 años de dictadura hicieron que nuestros productos no saliesen fuera de España y no se hicieran conocidos, permitiendo que otros productos de menor calidad ocupasen los mercados y ahora cueste mucho que nuestros productos se hagan conocidos, como las aceitunas, que para el resto del mundo las famosas son las griegas, el aceite de oliva que es italiano y con el jamón lo mismo, el conocido es el italiano, más que el español. Aunque es algo que se va superando, todavía hay muchas trabas a la exportación de derivados del cerdo desde España a otros mercados, como China, Japón o Estados Unidos, que sin embargo están llenos del jamón chicloso italiano. Nos toca a nosotros ahora dar a conocer esta maravilla de nuestra gastronomía. Hoy en día es Portugal quien intenta hacernos la competencia con jamones de la misma raza que los nuestros, pero todavía no ha alcanzado una producción que nos haga realmente la competencia.  

El jamón no es tan español como creemos, eso es algo que se aprende en el museo, lo que tenemos en España es una manera diferente de prepararlo y sobre todo unas razas de cerdo que hacen que nuestros jamones sean especialmente buenos. Los portugueses tienen el «presunto«, los italianos el «prosciutto«, franceses, belgas, alemanes, hasta los americanos tienen el jamón ahumado y los chinos también tienen su propia versión del jamón local. Lo que nos define es la curación, casi todos los jamones están menos curados, como los italianos que son de chicle y luego otros le añaden especias a la curación para acelerar el tomar sabor.
El jamón es una muy sana fuente de proteínas y grasas monoinsaturadas. Es un producto sano y con menos calorías de lo que crees, de hecho se puede comer en la Dieta Dukan. Es un producto natural, porque no hay intervención de químicos ni procesos industriales, incluso hoy en día, en los modernos secaderos de jamón, lo industrial es sólo a nivel mecánico para mover las piezas o para controlar la temperatura, pero el proceso se sigue igual que hace siglos.

Por suerte es un producto del que no tenemos invasión de copias, como ha pasado con los plátanos que ya no sabemos si son o no de Canarias, con el jamón sabemos que nadie sabe copiárnoslo y lo que encontramos en nuestros supermercados es genuino español. Otro tema es que lo que nos vendan sea o no pata negra, bellota, ibérico, etc en las mil formas de llamar al jamón que hay.

El museo no es muy grande, pero está muy bien montado, porque se ve en un rato, que no te cansas y está muy bien explicado todo, primero con una proyección sobre lo que define nuestros jamones, lo que los hace diferentes, que es la Dehesa. Un terreno artificial creado por el hombre que ocupa muchísimo terreno en Andalucia y Extremadura. Es un terreno que seguro que has visto muchas veces, pero nunca se me había ocurrido pensar que era artificial, son terrenos que se ven alcornocales, encinas, etc con mucho terreno entre ellas y sin otros árboles. Se ha creado así para que los animales pasten entre los árboles y a la su vez cuando llega el momento se alimenten de sus bellotas, también se aprovecha por medio de la explotación del corcho.

El jamón de todos modos es un alimento occidental. Para África y los países tropicales es demasiado calórico, para los países nórdicos demasiado poco y para los países árabes y judíos es un tabú religioso. Así que en realidad el jamón es un producto de Europa y América, tambien de Asia pero en mucho menor grado. Tambien cuenta mucho que el cerdo no está tan extendido o que no tienen un clima que facilite la maduración por las condiciones de humedad y temperatura requeridas. Los jamones en África estarían secos en vez de curados.

El Museo tiene materiales que te ayudan a entender todo lo relacionado con el jamón, como esta sala dedicada al despiece del cerdo, la tradición de la matanza, el sacrificio de animales, etc. Además puedes ver los jamones de diferentes partes del mundo, que no creas que se parecen a los nuestros, los más gordotes o directamente redondos como los alemanes.

Haciendo un poco de historia, el cerdo no es un animal autóctoco, sino que nosotros lo que teníamos eran jabalíes. Los fenicios trajeron cerdos «blancos» domesticos. Fue la mezcla de estos con los jabalíes lo que dió lugar a nuestra actual raza de «cerdo ibérico». El primer jamón conservado es de hace dos mil años, pero desde el Imperio Romano ya hay referencias escritas sobre el jamon en la península.

Esto ya lo he comentado alguna vez, pero la costumbre de colgar los jamones en los bares a la vista sobre la barra, viene de la Edad Media, que se hacía para demostrar que se era cristiano, porque se consumía un derivado del cerdo, en contra de judíos y musulmanes que no podían. Hoy en día se ha convertido en algo estético (aunque unos y otros siguen perdiendoselo). Y a todo esto.. ¡Que guapo me veo en esta foto! 🙂

Va a resultar que el mundo del jamón tiene mucho que ver con Internet, porque la @ es realmente la unidad de medida del peso del cerdo. 

Otro de los grandes atractivos de la región, además de las cuevas y el jamón es la Micología, el estudio de las setas. Que mueve a muchísimos turistas interesados tanto en la parte científica y natural, la recolección y luego (a lo que iría yo) a la gastronomía derivada de esta recolección. Así que en el museo han montado una exposición sobre este mundo.

Admito mi completo desconocimiento sobre este mundo, me encantan las setas puestecitas en un plato, pero no tengo ni idea, jamás me atrevería  a coger una seta del campo para comerla. Es algo que me gusta, me llama la atención, pero no tengo más que curiosidad, si algún día fuese a buscar setas tendría que ir con un experto que me dijese cuales puedo coger y cuales no.

Pero bueno, como exposición ha estado interesante, es un extra más a la visita del Museo del Jamón.


La visita ha sido muy interesante, luego a medio día publicaré otra entrada con más fotos de la ciudad de Aracena. Que tiene tambien otras cosas chulas para ver y sobre todo para comer.

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