New York City

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Alquiler de Coches en Nueva York
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Y nos vamos camino de Nueva York, todos nerviosos, con unas ganas locas, Javi y yo de volver y Sonia, Maria Jose e Ignacio de conocerla. El camino ha sido precioso, el otoño aquí es una estación de color, con hojas de tantos colores como árboles veíamos. Otra cosa que nos ha dejado alucinados ha sido en Nueva Jersey, este puente doble de 22 carriles, una obra de ingeniería alucinante.

Y te puedes imaginar los nervios a la entrada a Nueva York, al ver el Empire State desde lejos, ver todos los rascacielos e irnos acercando. He hecho decenas de fotos, pero la ciudad es para verla desde dentro así que sólo te pongo este cartel de por donde hemos entrado. Como cita cinéfila, es el tunel de la película: «Pánico en el tunel», un tunel que pasa bajo el rio Hudson y une el estado de Nueva Jersey con el de Nueva York (y cuesta 8$ pasarlo).

La recepción ya nos ha cortado a todos la respiración, yo alucinaba, pero le miraba la cara a Sonia y no era capaz de cerrar la boca. La recepción es grandiosa, muy elegante, con muy buen gusto, todo lleno de flores y fuentes, es uno de los mejores hoteles de Nueva York y no me puedo creer que seamos sus huéspedes.

Hemos hecho el check-in, ahora tenemos tres habitaciónes, ya no es una mega suite como hasta ahora y hemos ido a dejar las maletas para ir a devolver el coche, que se ha portado genial, como siempre, pero en Nueva York ya no nos hace falta, es una ciudad cómoda para andar y como te decía, la situación del hotel hace que podamos ir andando a todos sitios.

El hotel es una pijada en todo, pero una pijada con cabeza, no es snobismo, como es un hotel sobre todo de negociós, tiene todo organizado de un modo muy práctico. Una cosa que nos ha llamado mucho la atención es que en el ascensor se ve la televisión mientras subes o bajas.

La habitación es muy elegante, muy moderna, muchísimo, pero práctica y cómoda. Está decorada con muy buen gusto, sin escatimar en nada y consiguiendo una atmósfera muy relajante.

Pongo la foto del baño por que es muy pequeñito, en Nueva York, como en Londres, los baños tienen poca importancia en los hoteles, pero tiene unos de los mejores productos de baño que he probado, son de la firma de decoración «Pórtico» y son buenísimos. Sonia y yo nos estamos peleando por quitarle a Maria José los que ella no quiera, por que ella no se los lleva de los hoteles y Sonia y yo si.

La cama es comodísima, comodísima y las almohadas. Lo curioso es que lo saben y todo está a la venta, te puedes llevar las sábanas por 200$, la almohada por 70$ y por unos miles te llevas la cama completa con somier, colchón, etc. Los americanos lo venden todo.

Lo primero que hemos hecho al llegar a Nueva York ha sido en la primera esquina comernos un perrito caliente. En todas las esquinas de todas las calles tienes carritos que te venden de todo, pero el clásico es el perrito que estaba delicioso.

Al llegar el llamado por teléfono a mi madre para decirle donde estábamos ya y lo primero que me ha pedido es: «Hazle una foto al Waldorf Astoria y ponla en el Blog» y yo siempre hago lo que me dice mi mamá.

Por dentro es super elegante, pero nada que ver con el que estamos ahora, este es en plan clásico de dorado por todos sitios, es recargado, muy clásico, pero se aspira un ambiente aristocrático que no tiene el Grand Hyatt.

No hay demasiado que te pueda contar, subir a este edificio te permite ver todo Manhattan y mucho más allá desde un solo sitio. Estar ahí arriba es algo casí mágico, estar tan alto y ver tantos sitios tan conocidos a la vez te hace sentir especial.

Este es el Flatiron, el primer rascacielos de Nueva York, aunque con el tiempo es su forma característica de porción de queso lo que lo ha hecho más famoso.

A Anita que me había hecho dos encargos, un marcapáginas y una taza que pusiera «I LOVE NY» que te la he comprado en el Empire State, tenía que ser de ahí para que diga más todavía. El marcapáginas te lo seguiré buscando que no tenían.

Pongo esta foto tan rara por que pocas veces se me ven los ojos en una foto, pero justo un poco de sol me dió y se me ven, me ha parecido algo curioso.

Todas las noches iluminan el Spire State de diferentes colores y si es algún día significativo con un color lo ponen de ese color.

Y llegamos a mi sitio favorito de Nueva York, la plaza de Times Square, el corazón de la ciudad, donde se mezclan los teatros de Broadway, las grandes tiendas y sobre todo, donde a cualquier hora del día puedes ver ambientación. Para mi esta plaza significa vida, gente.