Cuando nos vamos de viaje con alguien pasas muchas cosas juntos, no sólo en tiempo en si, sino que compartes las experiencias y durante unos días la cotidianeidad y cuando vuelves a casa y cada uno vuelve a su rutina la ruptura a veces es muy brusca, sobre todo cuando pasa un mes hasta que vuelves a ver a las personas con las que lo has compartido, parece como que hace siglos del viaje entonces. Eso nos ha pasado con Javier del Alma, que les hemos echado de menos mucho, pero el sábado parecía como que el viaje había sido hace muchos meses.
Una visita a Córdoba sin una comida en El Alma ya es difícil, es nuestro rincón y se echa de menos ¿Por qué no se vienen aquí como MJ? Je je je je je
Este sábado tuvimos nuestra cena con Sole, tocaba algo más tranquilo e íntimo. Ya tuvimos el momento de celebración el viernes. El restaurante estaba hasta la bandera, casi faltaban sillas de la gente que había, por supuesto todas las mesas llenas, pero además con grupos, les va de maravilla y se lo merecen.
Nuestra cena empezó con las cucharas que ves en la foto de arriba, que son el aperitivo con el que siempre agasajan a los comensales, esta noche, dedicado a Javi, era de Humus con Pollo y Ajonjolí, estaba delicioso. Digo que está dedicado a Javi por que siempre suelen ser cosas de pescado, que es la especialidad del restaurante, pero para Javi tenían un aperitivo sin pescado
Como Sólo y yo si que teníamos ganas de pescado, nos saltamos el entrante de queso de cabra con berenjena, que si se lo pidió Javi y nosotros nos pedimos la ensalada de la foto: Ensalada de Queso de Cabra con Salmón. Creo que no hace falta que te cuente lo rica que estaba, estaba muy suave con una salsita como de queso… mmmmm
El Alma va cambiando la carta cada pocos meses, su «secreto» es el cuidado de la materia prima, por lo que siempre trabajan con productos de temporada, conforme la temporada cambia, los productos cambian y ellos adaptan su carta. Así que tuvimos muchos platos nuevos para elegir. Javi se pidió este solomillo ibérico que llevaba un foie a la plancha por encima y salsa con emulsión de trufas, el mejor de todos los platos.
Sole, aconsejada por mi se pidió el Tartar de Atún rojo de almadraba, que es el plato que yo me suelo pedir y le encantó. Yo me pedí un solomillo de buey, que estaba muy jugoso, fui yo carnívoro a cenar.
Los postres en la cena fueron, para Sole una crema fria de chocolate, que es una mouse que hacen en El Alma, pero muy densa, más de lo normal y se sirve muy fría pero sin estar congelada, con chocolate negro… mmmm Yo me pedí una novedad, helado de chocolate blanco con salsa de kiwi, que todavía me relamo de acordarme. Y otra novedad, el plato de Javi, que es el de la foto de debajo y que dice que ha sido el postre más rico que haya probado nunca: Ensalada de Naranja con dátiles.
Tras la cena vino Mari Carmen, una amiga de Sole, que nosotros conocíamos de un par de veces, pero que nunca habíamos hablado con ella en serio ¡¡Nos dieron las 4 y media de la madrugada!! Mari Carmen es un encanto, una chica muy interesante y nos pusimos a hablar los 4 como loros y Javier nada más que traernos copas y copas, así que la noche se alargo y no nos dimos ni cuenta.
Al final, de madrugada nos quedamos dos mesas de amigos de Javier, que de hecho terminamos de charla con esa mesa, un chico de Madrid que es biólogo marino e instructor de submarinismo que se quiere llevar a Javier a ver tiburones y sus amigos. Un chico muy majo que está preparando el sueño de su vida, que es hacer submarinismo entre tiburones blancos… hay cada uno por ahí con unas ideas…. como una cabra, pero muy majo, la verdad.
Para terminar de emborracharnos, la verdad, Jorge, uno de los camareros nos preparó un cocktail con el que ha quedado tercero de Andalucia en el concurso de cocteles ya no me acuerdo de todo el proceso por que tardó un rato y aunque nos lo explicó yo ya debía estar más perjudicado (¡Si es que no sé beber!) de lo que creo… sé que la base era Cointreau con Licor 43, luego llevaba cerveza, ginger ale… y ya está todo borroso 😀 Pero el cocktail estaba delicioso, por que era muy suave y los sabores se anulaban entre si para crear un sabor suave y uniforme.
Por cierto, no creas que es yo me enganché a la botella, bebí ridículamente poco, pero es que mi tolerancia al alcohol es nula, con el vino de la cena, una copa de vino dulce y dos chupitos ya andaba yo de lo más contentón ji ji ji ji ji
Nos lo pasamos genial, por la compañía lo primero, por el sitio mucho.. fue una noche de las que no se olvidan.
Guía de Restaurantes de Córdoba http://www.restaurantescordoba.com.es/