Noche de mojitos

No soy muy de salir por la noche, hasta que como se suele decir (como escusa) «me enredan». Este ha sido mi último fin de semana de Rodriguez, así que Alberto, otro Rodriguez y Maca dijeron de salir. Idea que me encantó, por que estas semanas sin Javi apenas he salido y ya tenía ganas de airearme, así que me he dejado enredar. Nos hemos ido los tres de cena a un sitio que ya enseñé en el Blog en su día el Restaurante La Musa de Malasaña. Hemos cenado muy bien, mejor incluso que la primera vez, que he probado la tempura de aguacate y me ha encantado. Con unas cervezas que me han sabido a gloria, que con la dieta no había bebido una cerveza en semanas y me ha sabido a gloria, cuando llevas un tiempo sin tomar algo, te sabe hasta mejor de lo que recordabas. Después de la cena nos hemos ido a un sitio muy chulo a tomar cocteles: The Passenger (Calle Pez, 16) un local que simula ser el interior de un vagón de tren antiguo, todo forrado de madera y cuero con sus bancos y mesas. Hasta tiene ventanas falsas por las que pasa el paisaje mientras viajas. Ahí empecé con el primer mojito..

Desde The Passenger, nos hemos ido a la Terraza del Hotel Oscar, uno de los sitios más de moda de Madrid. La terraza de un conocido hotel gay en Chueca, un hotel muy moderno, de diseño que tenía ganas de conocer. La terraza es pequeña, no tiene mesas, sino que en el centro está la piscina y te sientas en las tumbonas (de diseño? y colchonetas como si fueses a bañarte (aunque no te dejan, que lo preguntamos jajajajaja). Hay una zona reservada para tomar champán a 80€ la botella. 

El ambiente es muy chulo, muy tranquilo. Nada gay por cierto, que es un sitio que se ha puesto de moda y es para todo el mundo. Nosotros nos hemos sentado al borde de la piscina y un mojito detrás de otro. Se nos han unido Pablo y Sabrina, así que teníamos a los hermanos casi al completo. Y yo de hermano adoptado, claro. La última vez que nos juntamos todos fue hace unos meses y de casualidad en Miami en una cena japonesa muy divertida en Benihana. Hoy se echaba de menos a Vero y Javi, que están repartidos por el mundo. 
Perdí la cuenta de los mojitos que me tomé, terminamos una noche muy divertida de un modo que hace años que no hacía, llegando ya amaneciendo a casa. Con un final rocambolesco, como siempre termina siendo mi vida. Pero que me quiten lo bailao como se suele decir. El domingo de resaca ha sido antológico….Menos mal que tengo Netflix para enchufarme y apagar el cerebro durante todo un día. Gracias chicos por esta noche de mojitos!!

¿Te ha gustado la entrada? ¡Vota!

Experiencias relacionadas

3 Opiniones

  1. Anónimo
  2. Manuela

y tu ¿qué opinas?