Hemos despedido el 2018 rodeado de amigos. Una de las cosas que nos perdimos estos años de atrás, viviendo fuera, eran algunas celebraciones. Ahora podemos volver a disfrutar de los amigos, la familia y momentos especiales. Un amigo nos ha invitado a cenar con él y otros amigos en su casa y ha organizado la fiesta posterior. Así que lo hemos tenido muy fácil y a la vez super bien organizado.
Hemos podido pasar una noche de las mejores nocheviejas de nuestra vida en la que rodeados de amigos, aunque siempre te falta alguien, pasamos una noche genial llena de momentos muy bonitos. Estas cenas son un engorro pero nuestro amigo lo solucionó de la mejor de las maneras, lo dejó en manos de profesionales. Un catering excelente que cuidó hasta el último de los detalles. Pero antes de nada brindemos por 2018, un año que ha sido posiblemente el peor año de mi vida, pero ha terminado bien. Y hay una frase india que dice que lo que cuenta es el final. Así que me quedo con eso y doy gracias al 2018 por lo bueno que me ha dado, que también ha sido mucho.
Y vamos a lo que nos encanta a ti y a mi: Comer. El catering de la cena ha sido espectacular. Unos platos que no son los típicos que ves y la presentación y cuidado del detalle. Ha sido una de esas ocasiones en que podrías morir como un pez en la pecera, pero tienes que probarlo todo. Y yo no probé ni la mitad de las cosas. Admito que fue una noche muy especial, que estaba emocionado y disfruté mucho de la compañía del anfitrión y los amigos.
Este es el plato de la noche para mi. Bonito por fuera y una maravilla. Un tartar de atún rojo con un macerado ligero de especias, sobre todo un toque de semillas de mostaza delicioso. Y lo que es super original es que se presentaba sobre una rodaja de lima, de modo que al comerlo lamías la lima que te dejaba un toque de ese agridulce sobre el pescado que era una delicia.
En la cena éramos 30 invitados y sobró comida. Yo como siempre disfruto la comida por los ojos y por la boca, la presentación era una maravilla. Todo una maravilla por fuera. Y muy original por dentro.
Platos muy sanos, nuestro anfitrión ha elegido platos elaborados pero que se adaptan a todos. Es lo maravilloso de un anfitrión gay que ya te organiza una cena fit. jajajajaja
Como ves se trata de platos con un toque internacional , pero con adaptaciones muy buenas. Como los tacos, que llevan su tequila con sal y limón para acompañar.
El plato no fit, por que no hay manera de hacerlo, ni falta que le hace fue esta sopa de quesos fundidos en una hogaza de pan. Que estaba tan buena que yo podría seguir allí sentado pan en mano comiendo.
Las hamburguesas eran una obra de arte en lo estético y en el gusto. Y no haré más chistes de gays sobre las plumas.
Y para terminar el recorrido gastronómico, llegamos a la explosión de color que fue esta tarta de queso y frutos rojos. Además después de muchos bocados se trataba que un postre con mayúsculas, una delicia y contundente. Hicieron de más y los dejaron de mini buffet para que a lo largo de la fiesta de la noche si tenías hambre fueses a tomar otro.
Momentazos de la noche gracias a Alejandro Fernández que ha hecho que semanas después me siga riendo de cada anécdota de la noche. Volver a ver a tantos amigos, estar juntos, reír. Creo que la entrada a 2019 ha sido perfecta. Aunque a las 5 de la mañana ya íbamos de vuelta a casa.
Muchas gracias Alejandro por la perfecta organización y el cariño, como siempre, cuidas de nosotros como nadie. Empezamos un año que vamos a dedicar a subsanar errores del 2018 y seguir mirando hacia adelante. FELIZ 2019