En este fin de semana tan autóctono que hemos tenido, después del deporte llega lo mejor, el reponer fuerzas. Y en la Comunidad Valenciana creo que ya sabes cual es la mejor manera de reponer fuerzas: una buena paella. Los padres de Eva nos han invitado a una comida familiar para preparar una gran paella totalmente auténtica, «no las cosas que hacéis por ahí» que dice Eva. Hemos pasado así el medio día del domingo conociendo a su familia, que son un encanto. Muchos nos conocen del Blog y eso siempre mola, aunque conoces a alguien que sabe tanto de ti es divertido.
Las sobrinas de Eva que son la alegría de la casa, muy graciosas y fans de Thor.
Todos a la hamaca. Thor y Cooper los primeros.
Para dormir la siesta.
O para encontrar la muerte.. lo que venga mejor.
Aunque Thor encontró un alter ego en versión gigane que le llamaba la atención.
Aunque a él lo que le llama la atención de verdad son las piñas, que se ha entretenido en ir comiendo todas las que ha encontrado.
Yo sé que el corte de pelo es mucho, pero me encanta verlo así.
Se lo ha pasado genial jugando con Mireia y Mikel a robar piñas.
Y por supuesto a poner su mejor cara de pena para que todo el mundo le diese algún premio.
Pepe, el padre de Eva ha sido el cocinero.
He ido viendo más o menos como lo hacía y tiene su tarea.
Es un proceso, paso a paso y con mucho cariño. Que dar de comer a tanta gente tiene su cosa.
Y mientras tanto a comer sin parar, que mira que me gustan a mi estas reuniones gastronómicas. Riquísimos los caracoles que hace Suni, la madre de Eva.
Y muy suaves los mejillones.
Hasta conseguí que Javi los probase, que esto si puede comerlo, pero de casualidad no le gustan.
Y cuando llega el resultado final, a mi me dan ganas casi de llorar.
Mira al detalle que cosa más rica.
La pinta deliciosa, la textura perfecta. Ahora entiendo por que Valencia es la capital de la paella, que maravilla.
Aquí los tres anfitriones, que iban sirviendo a todos sus invitados.
Y a comer… que te puedo decir que me he comido dos buenos platos y por vergüenza he parado, por que podía haber comido sin fin, estaba increíble.
Y después de la comilona, claro.. uno cae desmayado.
La anécdota del día, como no podía ser de otro modo, ha sido cosa de Thor. Que mientras comíamos ha desaparecido y cuando lo hemos llamado ha aparecido con la cara amarilla y oliendo a paella como si se hubiera bañado en ella. No sabemos exactamente que ha hecho, pero nos podemos hacer una idea.
Así se ha vuelto a Madrid, todo penoso de irse… con lo rica que estaba la paella.
Eso si, la buena siesta que nos hemos dado los dos mientras el pobre Javi conducía camino de casa de nuevo….
Ha sido un fin de semana genial, muy casero y campestre. Relajado y desestresante, nos ha venido de maravilla. Y Eva nos ha dado de comer genial con sus experimentos con la Thermomix y mil gracias a Pepe, Suni y toda la familia, que son encantadores, que nos han acogido como unos más de la familia.
Vaya paellon!! Qué rico!!
Ya sabéis que a la próxima en Vila-real!
¡¡Que genial se veia la paella !!! Y los mariscos aahh..los caracoles no me gustan pero recuerdo a mi mamá que los hacia.Divino está Thor y su amiguito,a mi Chiqui en verano tambien lo pelo no todo le dejo un poco eh ¡¡Un beso grande a todos !!!
Desde luego la paella tiene un aspecto impresionante, espero que te hayas enterado bien de la receta y claro!! Thor no ha tenido más remedio que probrarla, jajajaja!! qué gracioso!!
Muchos Besos
y tu ¿qué opinas?