Plantación de Oak Alley

 

 

La Plantación de «Oak Alley Plantation» es un viaje al pasado del mundo del sur de los Estados Unidos, como una escena de «Lo que el viento se llevó» congelada en el tiempo y que puedes vivir en una visita a lo que de verdad fue una plantación sureña. El sur de los Estados Unidos era un territorio agrícola principalmente, mientras que el norte era el industrial. En el sur se cultivaban las materias primas, en este caso, en Louisiana, en torno a Nueva Orlenas eran las plantaciones de caña de azucar, no algodón como en los estados de Carolina o Georgia. Las familias adineradas de esta época vivían en sus mansiones dentro de sus plantaciones con casas en la ciudad, alternando la vida en el campo con la vida de la alta sociedad de las ciudades.
La película «Lo que el viento se llevó» refleja muy bien como era este mundo y como cae. Hoy hemos visitado la Plantación de Oak Alley, que fue construida por la familia Roman, unos ricos productores de azucar. Como en la película los doce robles, en este caso son los mismos árboles los que le dan nombre a la plantación. El «callejón de robles» es más o menos como se puede traducir Oak Alley.Hace más de 300 años, un marinero francés llegó a esta zona, junto al rio Misisipi y plantó los robles en un camino para hacer una casa que nunca hizo, los árboles siguieron creciendo hasta 1837 que el rico Jacques Telesphore Roman compra el terreno para hacer una casa al final del camino de robles. El resultado ya lo ves:

Un sitio espectacular, precioso, te deja alucinado. Realmente está tan bien cuidado y presentado que no cuesta nada imaginarse lo que debió ser aquella época. La mansión se construyó para crear la escenografía perfecta de la casa. El dueño era un amante del campo y odiaba la ciudad, pero se casó con una niña rica, acostumbrada a las grandes fiestas y la vida social de la ciudad que odiaba la vida del campo. Le construye la casa para que se sienta más dispuesta a vivir allí. La fiesta de inauguración de la casa dice la historia que fue algo épico y atrajo a lo más granado de la alta sociedad de Louisiana.


La familia vivió a temporadas en la casa, ya que la mujer aprovechaba cualquier oportunidad para volverse a la ciudad. La casa vive su explendor con el marido que la cuidaba muy bien, se gastaba muchísimo dinero en traer hielo desde el norte del país (no había forma de fabricarlo todavía y lo traían desde zonas frías a cientos de kilómetros) para mantener la casa refrigerada.


La casa era el centro de la plantación de la caña de azúcar y allí mismo se producía el azúcar. Con la pasta de la caña se hacía una especie de melaza o miel, que era calentada en esta especie de olla muy abierta con fuego, el azúcar cristalizaba y así era fácil molerla y hacer los granos de azúcar.


El esplendor de la casa termina con la muerte de Jacques Telesphore Roman, ya que su mujer se hace cargo de la economía de la familia y la lleva a la ruina más absoluta. Finalmente la mujer muere y la casa es embargada a los hijos, que quedaron totalmente arruinados. ¡Vaya dramón!


Otra familia llega a la casa, luego otra.. la historia de la casa sigue a lo largo de los años. Cada nuevo propietario aporta algo a la forma y al contenido de la casa, en general todos respetan lo que han hecho los anteriores propietarios (cosa rara en este país donde se tiran las casas para rehacerlas al gusto del nuevo dueño). Así que ha podido llegar muy completa hasta nuestros días.


Los arboles tienen mas de 300 años y luego hay otra hilera de otros con 150, que ya fueron plantados por los dueños de la casa. La visión es espectacular, es impresionante. No me extrañaría que algo así fuese la inspiración de «Lo que el viento se llevó».


Las raíces de los robles se salen ya por encima del terreno y ocupan el camino, pero teniendo en cuenta que algunas especies de robles viven mas de 1500 años, todavía les queda mucho por crecer.

Este es el camino de los robles visto desde la barandilla de la casa.


Aunque suene raro la casa se mantuvo ocupada hasta los años 90 de este siglo, hasta antes de ayer, por así decirlo. Y fue su última ocupante, una mujer octogenaria, quien decidió que su casa era algo digno de visitarse y creó la fundación que se encarga de la conservación de la casa. Hoy en día su hijo sigue viviendo en la propiedad, en una pequeña casa aledaña y dirige la fundación.


Si llevas un rato pensando ¡Esta casa me suena! Seguramente estés en lo cierto. Es la casa que se usó para grabar la película «Entrevista con el Vampiro» con Tom Cruise y Brad Pitt. También en «El largo y cálido verano» de Don Johnson y Cybill Shepherd. Varias series de televisión, telefilmes y hasta un programa llamado «Caza Fantasmas» estuvo investigando la presencia de un fantasma en la casa.


Esto que parecen cañones son en realidad extintores de incendios, son enormes. Pero en esta época los incendios eran muy comunes y peligrosos. En esta casa como innovación, la cocina, que era donde se originaban casi siempre los incendios, que destruían con facilidad las casas de madera, se construyó en un edificio aparte, alejado de la casa. La comida era llevaba hasta la casa, pero no se cocinaba en ella, no había olores y era más seguro.

Tienen herramientas de agricultura de la siembra, recolección, etc de la caña de azucar. Aunque hoy en día en los terrenos no se planta nada.

Esto es una recolectora de caña, que al corta a cierta altura y la va cosechando.


Todo el terreno está muy bien conservado y tienen un negocio bien montado para poder mantener todo esto. Tienen una gran tienda de regalos, un restaurante bueno y un pequeño hotel, que te permite dormir allí mismo por poco dinero. La entrada a la plantación si es cara 21$ (18€), pero bueno, tienen que cuidar esto y además tienen mucho personal para atender las visitas.


En los terrenos de la casa se celebran bodas, que debe ser una preciosidad hacerla aquí. Aprovecho para recomendar a los lectores del blog el sitio para una fiesta increible. A Ruben y Laura que ya tuvimos una boda preciosa en Isla Mauricio, que como se vuelven a casar pronto, que este es un buen sitio para hacer la celebración.

La casa es visitable y es con guías que van vestidas de época. Mira que imagen más bonita de una de las chicas guías con el traje de época, parece un fotograma de una película.


Una cosa muy chula es que tienen un texto que te dan si no hablas inglés, que es todo lo que va a comentar el guía, pero en tu idioma, así lo puedes seguir con más facilidad y te enteras de todo. Nos ha venido genial, porque no veas que acento tienen por estos lares, cuesta muchísimo entenderlos.


La chica nos contó toda la trágica historia de la familia que construyó la casa y nos fue enseñando los utiles y muebles. Una cosa muy buena es el estado de conservación de la casa, que prácticamente todo el auténtico (hasta el 80% de las ventanas) con los muebles y telas originales.

Nos iba explicando para que servían cosas que están totalmente en desuso hoy en día.

Este espejo convexo servía para que las vigilantas controlasen a las parejas en la distancia, ya que podían ver toda la estancia desde el espejo por su forma.


Los muebles y elementos de la casa son los de la época, recuperados y restaurados y lo primero que se ve es que eran persona muy bajitas, bastante más bajos que nosotros hoy en día. Comparados con nosotros era como si todos fuesen niños por el tamaño de las sillas, mesas y camas.

Cuando alguien fallecia dentro de una casa, todos los espejos se tapaban, por que se creía que el alma del difunto si se miraba después de morir en un espejo podía quedar atrapada y quedarse en la casa para siempre sin poder ir al cielo. Esto se ve también en la película «El Color Purpura».

Esto como que da muy mal rollo…

Estos son los cuadros de los diferentes propietarios de la casa y sus familias.

Premio para que el que adivine que es esto, estaba bajo una cama, por lo que debe ser algo de dormitorio, pero no tenemos ninguno ni idea de para qué servía, por si a ti se te ocurre o lo sabes. Se admiten ideas…

El sitio es realmente espectacular, fantástico, tiene mucho encanto y conserva todavía el brillo que debió tener en aquella epoca, es un sitio señorial de verdad.

Estas eran las barracas de los trabajadores que tenía la plantación, no los esclavos, sino los que estaban a sueldo.

Y por supuesto, esta plantación tenía esclavos, como todas las del sur. El dueño los trataba muy bien, era conocido por eso, de hecho liberó a varios, que pasaron a quedarse con él como trabajadores libres.

Es muy curiosa la denominación y clasificación de los esclavos. Es algo terrible, pero como hecho histórico es muy interesante.

Aquí puedes ver una lista de parte de los esclavos de la casa con su descripción y precio de compra. Curioso comparar y ver lo que valía una vida humana…

Hemos dejado nuestra firma en el libro de visitas de la casa, para que nuestra visita quede guardada para siempre allí. Nos ha gustado mucho el sitio y no queremos que se olviden de nosotros.

Este es el cementerio de los últimos dueños de la casa, que están enterrados aquí.

Y la casa está justo al lado del margen del Rio Misisipi, que es brutal, un río inmenso, tanto en anchura como en caudal, que arrastra una cantidad de agua increíble.

Eso que ves al otro lado son las barcazas gigantes y la mancha negra es un árbol caído al río, para que te hagas una idea del tamaño.

Y como nos ha gustado mucho el sitio, nos hemos quedado a comer en el. El restaurante esta en la misma plantación, no muy lejos de la casa y era la zona donde trabajan los agricultores que no eran esclavos.

El restaurante explota el lado pintoresco del sitio con una decoración muy de época y rústica y unos menús que son platos tradicionales de la región.

Para mi ha sido la oportunidad de probar platos raros.

Y para raro esto.. ¿Sabes lo que es lo que se ve rebozado? ¡Carne de cocodrilo! En esta región se come mucho, porque son muy comunes en los pantanos y no están protegidos como en Florida. Así que para poder probarlo nos lo hemos pedido y ver como sabe la carne de cocodrilo de verdad, sin mezclar con nada, como la hemos comido en los everglades, esto son trozos de cocodrilo rebozado..

La cara de Feli y Pibona cuando lo iban a probar… por lo menos tengo que decir que son unas valientes, que no todo el mundo se habría atrevido a comer cocodrilo si sabe lo que es.


Les gustó, no es una carne que esté mala, a Javi también. Quizá es más dura que la carne de pollo o ternera. Pero nadie volvió a coger más, así que les dejé lo demás del plato a ellos y me comí yo todo el cocodrilo, que no tengo problemas por comer cosas raras…

Y mi plato fue una fritata, que es una mezcla en torno a unos huevos, una especie de tortilla o huevos revueltos con cosas tradicionales de Louisiana.

Javi y Pibona se pirieron el pollo, con salsa de champiñones, pero que resultó ser muy picante y además llevaba canela en la salsa.

Y Feli se encontró con una enorme fuente de pescado y gambas.


La visita ha sido realmente interesante. Cada día hacemos cosas diferentes, por eso me están gustando tanto este viaje. Ver algo anclado en el pasado, algo que conocemos por las películas y novelas, restos de un mundo tan raro y lejano para nosotros que nos parece irreal, pero que hemos podido vivir en él por un día.

Y de bonus extra te dejo una foto de una lagartija que me ha gustado mucho, je je je je je

 

 

 

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