Me encanta el Yakisoba japonés. Los fideos fritos con un poco de salsa que se pasan por la plancha, wok o sartén. En Japón había una cadena a la que íbamos a menudo. Y aquí me estoy haciendo a tomar las versiones estas instantáneas que se hacen en unos minutos al microondas. No pocas meriendas y cenas están saliendo de un vaso de plástico de estos. Y me van gustando.
El Yakisoba es un poco seco, tiene un poco de salsa. Luego hay toda una gama de sopas o fideos con caldo. Ya sabes que los orientales tienen en la pasta la fuente principal de hidratos de carbono de su dieta. Así que tienen cientos de manera de prepararlos.
Yakisoba precocinado
Pero claro, no es lo mismo un plato recién cocinado, todo jugoso y sabroso a un plato precocinado para microondas. Platos basados en alimentos deshidratados para que aguanten mucho y sean fáciles de cocinar, sólo con agua y mezclar los preparados. Todas las grandes firmas de alimentos tienen su gama como estos famosos de Gallina Blanca, Maggi o los conocidos Maruchan en Estados Unidos.
Todos tienen en común que el resultado final es poco sabroso. Por mucha sal que le pongan o especias, la salsa necesita aún ese toque que le da un plato recién hecho. Así que hice dos pruebas muy sencillas y el resultado mejora bastante el plato.
Para el Yakisoba, que son los fideos más secos, una vez que ya están preparados y servidos en un bol. Añade la yema de un huevo, sólo la yema. Y remueve con la comida. En si la yema de un huevo esta formada por proteína y grasa, de modo que le va a aportar una suntuosidad muy buena al plato. Le va a dar además un toque al sabor, más suave, que verás como se nota. No hace falta añadir más sal ni nada, la propia yema es como si fuese una salsa que enriquece el plato.
Para los fideos con caldo. Este plato tiene más sabor en el caldo, pero igualmente es fuerte en sal y especias y le falta un punto. Así que en este caso lo que podemos añadirle es huevo batido. El huevo entero, la clara y la yema. De este modo el caldo se hace un poco más denso. Y el sabor cambia al sumarse lo suave del sabor del huevo. ¡Haz la prueba!