Reencuentro en el Partenón

Tengo que darle las gracias una vez más a Facebook por que ha servido para que nos reencontremos una vieja amiga y yo, la que fue mi mejor amiga en los años  intermedios de instituto y gracias a ella superé segundo y tercero, pero ella y yo nos separamos en C.O.U. por un enamoramiento adolescente que se metió entre nosotros. Pero nos separó sólo físicamente  el gran cariño que había entre los dos se mantuvo intacto, hay cosas que separan a las personas sin que ninguna de las dos tenga la culpa. 
Mamen fue mi Pepito Grillo durante esos años rebeldes y difíciles, yo venía de repetir Primero de B.U.P y me tocaba repetir también Segundo, pero en mi primer segundo había tenido problemas con un profesor ,racista y machista, con el que me enfrenté ante toda la clase por sus comentarios y que llevó a la expulsión disciplinaria  del profesor, pero que me granjeó la imagen de «chico problemático» por haberme enfrentado a él ante todos mis compañeros. En el instituto había una clase donde estaban los mejores alumnos, los hijos de todos los profesores y profesores de otros centros y los alumnos más brillantes. La Jefa de Estudios, que me quería mucho, pensó que dado mi historial de repetidor, me vendría muy bien entrar en una clase de empollones, que ellos me calmarían. Y cuando empezó el curso (mi segundo Segundo) me cambió a esta clase. Ahí estaban Mamen, el prototipo de chica-que-no-ha-roto-un-plato, lista, empollona, trabajadora… siempre he pensado en ella como la Hermione Granger de mi vida.
Mamen y yo nos conocimos nada más llegar a clase, fue la primera persona que conocí y enseguida nos hicimos amigos, estuvimos juntos durante el resto del B.U.P. y C.O.U. y la verdad es que la Jefa de Estudios tuvo razón, yo repetí Primero de B.U.P (8 asignaturas suspensas) y luego Segundo tambien (con 6 suspensas) pero saqué Sobresaliente global en ese segundo Segundo y Matricula de Honor global en Tercero. Muchísimo de eso se lo tengo que agradecer a ella. Yo a cambio le enseñé otras facetas de la vida, la «desperté» en muchas cosas, porque era muy inocente. Fuimos una gran influencia el uno para el otro. En esos años éramos inseparables, siempre estábamos juntos junto al «Tercer Mosquetero«, que siempre íbamos los tres juntos.

Aquí estamos en «Aquellos maravillosos años»:

Y lo bueno es decir que todo eso no terminó. Nuestras vidas se distanciaron, pero sólo ha sido tiempo entre momentos, por que nos hemos vuelto a ver, hemos quedado para comer y nada más verla, vi a mi Mamen, la Mamen de siempre. En estas reuniones siempre se tiene miedo a que el tiempo, que todo lo cambia, nos haya cambiando tanto a los dos, que la química de nuestra amistad ya no esté. Pero para nada, nada más vernos un gran abrazo y a hablar como si no nos viéramos desde ayer por la tarde, con toda normalidad. Esta es Mamen hoy, que esta igual:

Me pidió que quedásemos los dos solos, sin los respectivos maridos. El miedo era que ya era bastante raro estar con una persona de la que hace años que no sabes nada como para que encima hubiese una tercera persona ahí que no conoces de nada, podía dificultar las cosas. Y Javi lo entendió sin problema, aunque a mi se me hizo muy raro porque no estoy acostumbrado a ir a ningún sitio sin él. Así que nos fuimos los dos a nuestros reencuentro y fue de maravilla, porque la complicidad de nuestra amistad seguía en el mismo sitio. Y ya hemos hablado de volver a quedar esta vez con javi tambien para que se conozcan, que ambos tienen ganas de conocer al otro.

Ella vive en Madrid porque su marido es de aquí, aunque se conocieron en Córdoba llevan ya años viviendo aquí. Mamen trabaja en el centro de Madrid, en la Plaza de Colón, así que era más fácil que yo fuese allí y le pedí que ella eligiera el restaurante para la comida, ya que ella conoce mejor la cena. La elección salta a la vista, un restaurante griego.

Me comentó la idea y me encantó, ya sabes que me gusta mucho la comida griega y no es muy habitual que haya sitios chulos de cocina griega, así que el probar uno nuevo me encantaba. El plan perfecto, un reencuentro con una vieja amiga y descubrir un nuevo restaurante de una comida que me gusta.

El sitio es el Restaurante Parthenon, un sitio elegante en pleno Barrio de Salamanca de Madrid. Muy cerca de otro restaurante muy chulo que ya comentamos en el Blog, el Restaurante O’live. El sitio está muy bien decorado y son cosas típicas de la Grecia clásica, pero con buen gusto. Además es un sitio pequeñito, con poquitas mesas y un buen servicio.

Te puedes imaginar la conversación, como han cambiado nuestras vidas desde que nos preocupábamos a muerte por aprobar los examenes  cosa que ahora nos parece de risa comparado con las responsabilidades de nuestras vidas hoy, trabajo y ella además es mamá. Hablar de la gente de aquella época con la que todavía mantenemos contacto, que no es mucha. La vida sigue y pierdes el contacto con casi todo el mundo. De todos modos es curioso que ambos conservamos muchos más amigos del instituto que luego de la Universidad. Yo del instituto tengo a Sonia, Mónica, Eva, Laia, etc Pero de la carrera Anita y Sole. Imagino que son momentos de la vida que se viven diferentes.


La comida fue una delicia, en todos los sentidos. Lo que pasa en estos sitios es que todo te suena exótico y tienes ganas de irte de allí habiéndolo probado todo. Así que empezamos con unas croquetas griegas variadas, que estaban deliciosas, con queso, con verduras… riquísimas. La cocina griega se parece mucho a la española en el concepto mediterraneo de platos suaves y los ingredientes nos son todos conocidos.
Guía de Restaurantes de Madrid  http://www.restaurantesdemadrid.com.es/

Su pan es el pan de pita, como los turcos o israelíes  Es un pan más pequeño, esponjoso. No es nuestro mismo pan, pero imagino que en su caso esto es una influencia cultural de sus vecinos, ya que recuerda remotamente al pan indio. Me acordé mucho de Javi porque este tipo de pan le encanta.

Y este comentario me cuesta el divorcio, pero aproveché que no estaba Javi. Siempre que vamos a un restaurante tengo que estar «limpiando» la carta de los platos que no puedo compartir con Javi. Esta vez no tenía ese problema y se me hizo super raro, de hecho por instinto empecé haciéndolo, hasta que me di cuenta. Así que me pedí una ensalada con gambas, que Javi no puede comer y me encantó!!! Las ensaladas griegas me gustan todas, porque son ensaladas con cantidad de ingredientes y sin lechuga, son ensaladas que son platos en si mismo y me gustan mucho los ingredientes.

En la carta insistían mucho en que el plato estrella de la casa era la Moussaka, el plato griego tradicional por antonomasia, que se hace con carne y berenjenas entre otras cosas. Es un plato relativamente ligero y que si se hace bien, está deliciosa. En este caso estaba deliciosa, aunque tenía una especia que no era exactamente canela, pero era su prima, porque tenía un sabor parecido (pero menos desagradable) y por suerte no me producía ninguna reacción alérgica, pero que impregnaba demasiado el sabor para mi gusto. De todos modos estaba muy buena y tengo que ir allí con Javi porque sé que él esa mezcla de sabores le tiene que encantar.


Fue una comida genial en todos los sentidos, por un sitio muy muy bueno que descubrir y sobre todo por la compañía, por haber recuperado el contacto cara a cara con una persona a la que quiero y que ha sido tan importante en mi vida.

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6 Opiniones

  1. Sonia G

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