Regalo con «Alma»

Cuando en la visita a Londres, fuimos a ver el Palacio de Windsor, descubrimos que la calle que lleva hasta el palacio tiene el nombre de «Alma» y nos pareció un detalle muy curioso, y eran muy chulos los carteles que ponen los ingleses para señalar las calles, con ese aire retro que tanto les gusta. Así que se me ocurrió hacer un par de fotos chulas de algunos de estos carteles para regalárselas a Javi, de «El Alma», por que pegaban mucho con el estilo rústico que tiene el restaurante. Lo malo es que el autobús no paró en ningún momento para que pudiésemos hacer las fotos, así que cada uno hacia un lado intentamos sacar una buena foto de unos de los rótulos hasta que tuvimos una cada uno que quedaba bien, la de Javi, sobre una pared de ladrillo blanco, la mia sobre la valla de un jardín.


Cuando volvimos imprimimos las fotos y se las llevamos a Patricia, que fue quien dijo que las enmarcásemos juntas, yo había pensado en dos marquitos, pero ella dijo que el impacto visual sería mayor con las dos, fotos y como ella es la experta, así lo hicimos. Y la verdad es que quedaron muy bien. Lo difícil fue dar un estilo del marco tan rústico como el tono y tratamiento de madera que tiene el restaurante, que es de madera oscura, poco tratada y casi cruda, sin talla. Pero dimos con uno muy similar que ha quedado perfecto.


Cuando llegamos y le dimos el paquete a Javi se puso como los niños pequeños, a todos nos gusta que nos hagan regalos y este este algo misterioso envuelto en un papel marrón que no daba pistas sobre lo que era el regalo.


Nosotros nada más dárselo le advertimos que no era nada importante, que no era nada valioso, que sólo era un detalle. No dejaba de ser un par de fotos llevadas a enmarcar. Aunque por supuesto estaba hecho con todo el cariño del mundo, no queríamos ponerle en el comprimiso de tener que colgarlo en el restaurante, fue lo primero que le dijimos, que era un detalle para él, que no se sintiera obligado a nada. Pero ¡Le encantó! Se emocionó muchísimo, entendió el cariño que había detrás del regalo y le gustó muchísimo.


Enseguida se puso a buscar un sitio para que esté a la vista de todos en el restaurante, lo ha puesto en la barra. En el mueble de las botellas, un sitio donde pega muy bien por el estilo del mueble. La verdad es que nos gustó mucho que lo disfrutara, que le gustase el detalle y lo valorase como lo que es. Nada valioso, pero si algo hecho desde el corazón.


Y claro, es nuestro sitio, así que nos quedamos a cenar.


Quedamos con Sole y Jose María, amigo de Sole de toda la vida, fan del Blog, que no veíamos desde hace muchíiiiiisimos años y es alguien a quien le tengo muchísimo cariño. Es una persona que la primera noche que nos conocimos encajamos perfectamente, hay entre él y yo una complicidad total, somos los dos unos cínicos y unos irónicos de cuidado, con Sole como nuestra víctima favorita.


Fue una cena muy divertida, demasiado, por que nos dieron las 4 de la mañana.


Y aquí la «pareja peligrosa», no me quiero imaginar un viaje los 4 por donde sea…
nos echan de donde estemos….


Y la anécdota de la noche, una confesión de Jose María, que estaba de visita en una feria de un pueblo cuando se le acercan dos chicas y empiezan a hablarle muy despacio, a preguntarle que si era de allí.. como ya te digo que le pierde el cachondeo, les sigue el rollo, diciendo que si, que vive en una granja a unos kilómetros…..cuando dice que si le dan este papel:


¡Que si quería concursar en «Granjero busca esposa»! JA JA JA JA JA JA JA

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  1. Anónimo

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