No hay nada más recomendable qué que un cubano te lleve a un restaurante de comida cubana. Es ya una garantía que la comida va a estar buena. Además la elección del sitio es más especial por que era la celebración de su cumpleaños. Nuestro Carlitos cumple años (edad indeterminada) y ha organizado una cena con los amigos. Ahora hablaré de la elección del sitio, pero la idea de la cena terminó siendo un gran acierto por que ha sido una de las veladas más interesantes que he tenido últimamente. El Restaurante Borax de Madrid es un sitio pequeño, con dos alturas pero pocas mesas. En pleno centro de la noche de Chueca.
Restaurante Borax de Madrid
Una reunión de sus amigos. Algunos de ellos ya los conocía y a los demás hemos tenido una velada genial para conocer. Me sentía como en las «Naciones unidas de Carlitos» Por que ha sabido reunir en una sola cena un grupo en el que no había tres personas que vinieran del mismo país. Cuba por supuesto. España, Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador… Una maravilla de pequeño mundo donde aprender de los demás. Algo tan simple como lo que comemos puede tener muchas variantes según el país de donde vengas. O las historias personales que nos han llevado a cada uno a terminar en este maravilloso rincón del mundo que es Madrid.
Despues de años viviendo en Miami la comida cubana es ya habitual para mi y me gusta. He perdido la cuenta de las veces que hemos comido en el Restaurante Versailles de la Pequeña Habana. Así que sé que casi todo me gusta. Que los sabores son simples pero sabrosos. Y que tienen un toque con el arroz que me encanta.
Estos platos de picadillo de carne es lo que te recomiendo que pidas cuando vayas al Restaurante Borax de Madrid. Por que de verdad tienes que ir. El servicio es simpático y con ese toque de dejadez cubano con el que encajamos tan bien los españoles. El sitio es pequeño pero muy bonito. Y la comida es muy buena, de verdad. Aunque no sean los sabores super elaborados de otras cocinas, son simples pero muy ricos.
Aquí tienes los camarones que son otra de las estrellas de la cocina del restaurante. El patacón pisado es un plátano verde que se fríe rebozado y está super bueno.
La yuca es otra de las cosas que me encanta. Y las cosas que hacen con el arroz. Como ves no es una cocina vistosa. No tiene el refinamiento de la cocina europea o esa riqueza de los sabores peruanos. Pero comes bien, comes sano y cuidado. Y la experiencia del Restaurante Borax no es sólo la comida.
La decoración me ha encantado. Una cocina tradicional con una decoración vanguardista. Una mezcla que hace que tendrá entretenido. En un Madrid que cada día tiene más y mejores restaurantes este es uno de los que merece la pena conocer.
Yo convencería a Carlitos por que hiciera otra cena como esta. Por que ahora con el trabajo salimos en pocas ocasiones. Pero la oportunidad de poder conocer gente nueva e interesante. Disfrutar de una cena con Carlitos y Salva. Dos de esas personas que te encuentras en el camino de la vida y sabes que de una manera u otra van a seguir ahí.
Y siempre es una maravilla darse un paseo por Madrid. Ahora que han hecho esta preciosa Gran Vía. El centro de la ciudad se ha convertido en algo para personas.
Restaurante Borax de Madrid
Reservar Calle Pelayo, 28 28004 Madrid
Teléfono: 915 22 28 72