Restaurante Diabolo

Hemos descubierto un sitio fantástico para comer, si empiezo así de fuerte, imagina lo chulo que es el sitio. Se llama Restaurante Diabolo y está en el Barrio de Salamanca de Madrid, dentro del hotel Meliá Galgos.

Estuve mirando por Internet restaurantes que tuviesen comida tradicional española pero con toques creativos, ni un sitio demasiado innovador, ni lo de siempre. Íbamos a cenar con una persona a la que toda la gente del Blog le tiene mucho cariño porque dio para una de las entradas más interesantes de la historia del Blog, la de la barbacoa en Filadelfia.

Carmen y Pilar, que a Pilar la vemos mucho, pero a Carmen no la habíamos vuelto a ver hasta ahora que ha venido y nos ha hecho mucha ilusción. Que además me dejé olvidadas las gafas en su casa y se ha acordado y las ha traido.

Y bueno, pasamos al sitio, que esta entrada es para recomendártelo. El que nada más sentarte te pongan el pan y tengas tu plato para el aceite y la botella en la mesa. cada día me gusta más encontrar y eso en un restaurante y es una prueba ya de la calidad del sitio si el aceite es bueno. Además te ponen dos panes diferentes recien hechos.

Una cosa curiosa es que te cobran el «cubierto» a un precio más alto de lo normal (es que no recuerdo cuanto por persona) pero te incluye el pan que te he dicho, un aperitivo que es la foto de debajo y lo que me llamó más la atención, el vino, yo me pedí un vino blanco y me lo rellenaron durante la comida, porque no pedimos más, sin embargo cuando trajeron la cuenta no me lo había cobrado aparte.

Otra cosa muy chula, que no está en la carta, pero como no sabíamos que pedir de aperitivos, nos prepararon unas fuentes con algunos, como Javi no puede comer pescado hicieron algunos cambios, centrándolos en el Foie, para mi alegría 😀

Pero está muy bien la idea porque así pruebas varios entrantes diferentes. El precio no sé si eran unos 13€ por persona por estos entrantes.

Además del plato para cada uno, luego dentro de ese mix de entrantes, trajeron unas croquetas de marisco, con salsa de marisco que estaban deliciosas… mmmmmm

Y lo que ya me conquistó del sitio… ¡Hacen paellas individuales! Yo nunca cenó arroz por aquello de que después de la merienda no se deben tomar hidratos de carbono, pero al ver que en la carta ponía que hacían paellas individuales, que siempre te obligan a ser mínimo para dos, ni lo dudé y pedí un «Arroz a banda» que te traen tu paella y te la sirven directamente.

Y Mira que pinta… Mmmmmmm delicioso!!!

Javi y Carmen se pidieron chuletitas de cordero (que Carmen las echaba de menos, porque en USA no son nada comunes) con pimientos, que yo las probé y estaban deliciosas.

Y Pilar se pidió unos chipirones sobre carpaccio de piña, que por raro que suene la mezcla, lo probé y estaba delicioso. Son muy innovadores en la cocina, pero sin inventar cosas raras.

Y mi postre, fresas con nata, pero en vez de nata montada, con nata de cocina, no dulce, que me encantó.

Y luego te traen un platito con dulces y nos tomamos unas infusiones para alargar más la dulce velada que estábamos teniendo. Pese a que estamos en epoca de cenas de empresa y había varios grupos ruisosos se estaba bien, pero es un sitio al que tenemos que volver un día normal, porque tiene que ser una maravilla.

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  1. Manuela
  2. Manuela
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