Restaurante Garcia’s Seafood Grille & Fish, Miami

No hay mal que por bien no venga… aunque el día del mal, te aseguro que no tenía nada bueno que sacar de la experiencia. Una de las experiencias más desagradables que hemos tenido nunca en Miami fue el día que se nos llevó el coche la grúa (leer entrada) a la salida del Restaurante Dolores, But You Can Call Me Lolita con Lola y Rafael. Cogimos un taxi para ir a rescatar nuestro coche de las garras de los timadores de la grúa y camino del depósito el taxista nos llevó por el río. Pasamos por delante de un par de restaurantes que estaban construidos sobre el mismo río Miami y nos comentó que eran el mejor sitio de la ciudad para ir a comer pescado. Pasado el tiempo y el trauma, elegimos uno de estos restaurante para una reunión de la Chupipandi, el Restaurante Garcia’s Seafood Grille & Fish.

El Restaurante Garcia’s está en una de las zonas más feas de la ciudad, aunque está a un paso del centro y la zona del Bayside y Brickell. Toda la zona del río está muy dejada, pero este restaurante es un sitio próspero y muy conocido, al comentar a Flavia el comer aquí me dijo que a ella también se lo habían recomendado, así que hemos venido a comer. Lola y Rafael, a vuestra salud, que ese día, en el mal trago nos ayudasteis mucho, esta experiencia va por vosotros. 

Hemos venido Natalia, Esteban, Begoña, Miguel, Flavia, Alexia y Paula. El nombre ya te dice que es un sitio muy para latinos y los americanos la verdad es que no tienen costumbre apenas de comer pescado.

El sitio no es muy grande y es un edificio nuevo y cuidado. 

En la planta de abajo tiene una pescadería en la que venden el pescado fresco. 

Y si quieres comerte el pescado subes por unas escaleras que te llevan a la parte de arriba donde está el restaurante propiamente dicho. 

Por dentro todo es rústico, un poco industrial y muy en plan tradicional de pesca. 

Muchos detalles decorativos propios de los barcos. 

Esteban presenta la carta del Restaurante Garcia’s Seafood Grille & Fish.

Y Alexia, que cada día está más guapa y más grande ha disfrutado de los peces del acuario. 

Y el tito Javi ha disfrutado mucho de su sobrina, desde siempre han tenido una conexión muy especial los dos y Alexia se muere de risa con los juegos que le hace el tito.

Una foto que me ha quedado muy bonita de los dos.

Y otra, Alexia queda genial en las fotos, va a ser como su madre. 

Hemos pedido calamares rebozados, que ya sabes que me encantan. 

Y luego, como es un sitio de pescado frescos, nos hemos pedido casi todos pescado. 

Pescados como el flounder o el mahi mahi, aquí no se comen los mismos peces que en España.

Javi como no puede comer pescado se ha pedido langostinos, que estaban deliciosos.

Miguel se ha pedido un plato exótico, la caracola gigante, el bicho de una caracola a la parrilla, estaba muy bueno, algo parecido a la sepia, pero con más sabor. 

En la parte de fuera tiene una terraza directamente sobre el río Miami y se puede comer aquí fuera también. 

El sitio nos ha gustado, por que en Estados Unidos lo del pescado y más aún fresco es algo realmente difícil. La comida estaba buena y el pescado realmente era fresco y se notaba. Creo que la relación calidad precio no es muy buena, por que las cantidades son escasas, algunos platos llegaron fríos a la mesa y Flavia cometió el error de pedir un pescado de los que no pone el precio en la carta, sino que pone «según mercado», que todos debemos saber que significa realmente «te vamos a cobrar lo que nos de la gana»…y eso hicieron. Así que salimos con la sensación de haber comido bien, pero no con muchas ganas de repetir. Así que una nueva experiencia en la ciudad y realmente un buen sitio para comer buen pescado fresco, pero yo personalmente me esperaré a comer buen pescado en España antes de que me apetezca volver a venir aquí.