A los tres minutos de entrar a este sitio ya estaba deseando escribir esta entrada para contarte de este sitio. Javi ha sido el encargado de la parte gastronómica del viaje. Su primera elección ha sido totalmente memorable, el esquisto Restaurante Loca. Con el nombre ya teníamos cachondeo, por que no te dice que te vas a encontrar. Está en el centro, muy bien situado en una zona residencial que se ve muy buena. Desde fuera no se ve nada de dentro. Así que hicimos la catetada… cuando abres la puerta te encuentras un gran trapo negro gordo, como un cortinar, pero que está un paso dentro del restaurante. Nos quedamos ahí dentro sin saber que hacer hasta que Jav movió la cortina y entramos. Es un cortinar grueso para que el frío polar que hace aquí no entre al restaurante, es ingenioso, pero nos dejó muy perdidos.
Un barrio tan elegante y clásico y cuando entras dentro te encuentras en un entorno totalmente minimalista. La decoración de las paredes se reduce a lo que ves. Cubos de color blanco que tienen encima objetos cotidianos como una maceta, un salero o una cafetera. Nada de decoración clásica ni recargada.
La imagen esta muy cuidada, todos los detalles tienen el logo del restaurante. Pero lo curioso es que solo tiene un puñado de mesas, es muy pequeño, no llega a 10, pero es todo super cuidado.
Un espacio muy relajante y tranquilo. Menús y recomendaciones escritos en la pizarra y la filosofía que define el restaurante en la pared.
El servicio excelente y todo muy cuco. Minimalista, pero muy cómodo.
Y la cocina a la vista, que es algo que me encanta. Pero no a la vista, si no que para ir al baño tenías que pasar por ahí en medio.
Nuestra primera experiencia con la comida de aquí ha sido genial. El sitio me encanta por la imagen tan sencilla que tiene y a la vez tan cuidada y la comida ahora la verás.
La filosofía del Restaurante Loca es hacer comida saludable. He hecho una foto en detalle del mantel, para que veas. Se ven alimentos tachados y otros no. Pizza tachado, croissant tachado, caramelos tachado… pescado no, huevos no, pollo no… la idea es hacer comida fresca, basada en la material prima y la salud. Y lo mejor el precio, por que el menú tiene un precio fijo de 13€ con el primer plato y el segundo, así que además es muy barato. Tienes muy poca variedad, tienes que elegir entre 7 u 8 platos de primero o segundo, pero está todo tan bueno.
MI primero ha sido este tartar de atún con aguacate que estaba delicioso.
Victoria ha tomado esta mozarella con ensalada de rúcula con frutos secos y manzana asada (lo que parecen patatas).
Mi madre y Javi se han pedido la sopa de cebolla, que no sabía mucho a cebolla, sino mejor todavía. Una delicia.
MI segundo plato ha sido estas verduras al Wok con salsa de curry verde (que no pica) y un bowl de quinoa. Estaba bueno no, lo siguiente.
Mi madre y Javi también repitieron el segundo, con el pollo.
Y Victoria un pescado a la parilla con salas que estaba muy bueno.
Este sitio es una gran recomendación si visitas Viena. Bueno, bonito, barato y sano. Hemos comido de maravilla y el sitio nos ha encantado. Su lema de «Mejor comer mejor» lo consiguen muy bien. No te lo pierdas.
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Muy bonito el restaurantes!! En una ciudad tan palaciega llama la antención un lugar tan minimalista.
La comida se ve muy buena. (bonita, barata y saludable), pues un 10 para ellos!!
Besitos
Hola Manuela!
Es curioso como una ciudad tan clásica nos ha dado esta vez su lado más moderno. De todos modos también hemos tenido la sobredosis de Sissi oportuna, jejejeje
Un besazo!
DVD
y tu ¿qué opinas?