Nosotros siempre dispuestos a tener nuevas experiencias gastronómicas, por que la verdad es que no teníamos ni idea de que se come en Texas, sobre todo nos arriesgábamos a comida similar a la mexicana que es la que menos gracia me hace. Pero lo que nos encontramos fue un templo a la carne.
Nada más llegar te plantaban en la mesa un cubo (literalmente) de cacahuetes tostados, que estaban riquísimos, pero claro, eso llena que no veas.
Como llegábamos con hambre pedimos unos entrantes, unas patatas como las famosas del Denny’s con queso y bacon, esperando que fuesen un plato de patatas cuando aparecieron con una fuente enorme, como una fuente de servir carne.
Y el tamaño de cada patata lo puedes ver en esta foto comparándolo con la mano de Cristina.. alucinante. ¿De dónde sacarán estas patatas?
Y lo mejor era la «Flor de cabolla» como yo la llamo, es una cebolla que con un cortador especial la dejan así, luego se mete en un rebozado y se frie entera, queda como una flor grande abierta y vas cortando petalo a petalo mojándolo en salsa. Nosotros tenemos la cortadora, pero no nos queda tan perfecta como esta. ¡Estaba deliciosa!
De platos casi todos nos decantamos por un plato que llevaba un corte de carne junto a otro de salmón, una mezcla curiosa, lo que me sorprendió era lo riquísimo que estaba el lomo de salmón y más en un sitio así. Y termino con la foto de la «Martirio de Texas»… ji ji ji ji
Que bestialidad de frutos secos y que fuerte el tamaño de las patatas.
y tu ¿qué opinas?