La Reina Sofia y yo

Hace ya años de esto…. pero le dije a Elena que a cambio de contar cosas de ella, contaría yo una de mis meteduras de pata más «importantes». Yo estudiaba por aquel entonces en la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba la carrera de Historia del Arte. Por si no lo conoces, ese edificio es precioso, es un antiguo hospital reconvertido a facultad , con un patio que es una preciosidad y no era muy raro en aquellos años que nosotros estuviésemos en ese patio en lugar de estar en clase, el sitio invitaba a ello y creo que ciertos profesores más… total, que una mañana estábamos allí Javi, un compañero llamado Dani y yo, solos en el patio los tres durante las horas de clase, de lo más tranquilos. Javi, aclaro, que no estudió allí, sino en Algeciras, Cadiz, pero como el último año tenía asignaturas pendientes, se venía a estudiar a la biblioteca de la facultad. Así que en mis ratos entre clase o si algún día me escapaba de alguna asignatura lo pasábamos juntos.

Así que estábamos los tres en un banco junto a la puerta, en un día primaveral, con el patio precioso lleno de flores cuando entró una señora, una mujer mayor (para estar en la Universidad, quiero decir) muy arreglada, nos sonrió al pasar a nuestro lado y me salió del alma decirle «¡Ostia tía! lo que te pareces a la reina» y la mujer se echó a reír .. Imagina la situación, los cuatro solos en el patio, un día muy tranquilo ¡No podía ser la reina! Me salió sin pensar, tampoco era tan grosero, pero es de estas cosas que salen por tu boca sin pasar por el cerebro antes.

Y de repente empieza a entrar mucha gente en grupo al patio ¡Su majestad esto… ! ¡Su majestad lo otro…! Ella me miraba, porque me había puesto rojo hasta un tono de rojo que debía parecer pintado, la Reina Sofia no dejaba de mirarme y reírse,  estaba a nuestro lado, pero ya no atiné a decir ni una palabra más, ni unas disculpas ni nada… aunque viendo mi color seguro que lo entendió. Javi y Dani estaban tan alucinados de lo que acababa de pasar que no decían ni mu. Ninguno de los tres reaccionamos.

La Reina Sofia estaba de visita en Granada cuando pararon a hacer una visita a Córdoba, algo no sabido públicamente  aunque si programado, ella tenía un guía y su séquito y se habían parado en la puerta de la facultad a que el guía les contase la historia del edificio, desde la puerta se ve el patio y la buena señora, que es muy lanzada para saltarse el protocolo, dejó el grupo y entro sola, donde nos encontró a nosotros y a mi lengua suelta.

Estuvimos sólo 40 segundos a solas con la reina en el patio, y me sobraron 39 para hacer el ridículo 😀

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  1. carlos
  2. juana
  3. Anita (desde Madrid)

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