Una cosa que no todo el mundo sabe es que en Madrid hay un auténtico templo egipcio y que se puede visitar, porque además está en un sitio verdaderamente privilegiado, con unas vistas preciosas de Madrid, en un gran parque muy bonito. Es el Templo de Debod, que puedes ver en esta foto de debajo:

En 1956
Egipto anunció la construcción de la
Presa de Asuán, que controlaría las crecidas del Nilo, el río más largo y caudaloso de
África. Una obra, permíteme la broma fácil,
faraónica para un país pobre, pero que les dotaría de una fuente de energía eléctrica casi ilimitada y regularía las crecidas del Nilo para poder ganar terreno fértil para la agricultura, una gran necesidad para una población que vive junto al desierto. Para el país era toda una necesidad, pero el terreno inundado por la presa era gigantesco y sobre todo había templos antiguos en esa zona que quedarían bajo las aguas.
Egipto era incapaz de pagar su salvamento, así que la Unesco pidió ayuda internacional para que varios países corriesen con los gastos del traslado de todos los monumentos a zonas no inundadas. El más famoso de todos los traslados fue Abu Simbel (aqui puedes ver nuestra visita a Abu Simbel) que era un templo empotrado en la roca y tuvieron que construir una montaña artificial para albergarlo. Un total de 280 monumentos fueron trasladados. España colaboró activamente con el «Comité Español» en este salvamento y a cambio Egipto le regaló el Templo de Debod, que en realidad no fue salvado por los científicos españoles, sino por los polacos. Egipto como pago por la colaboración regaló otros tres templos a Italia, Holanda y Estados Unidos (aqui nuestra visita a ese templo en Nueva York) que fue el que más pagó.

Históricamente siempre ha sido algo controvertido, por mover obras de arte de su emplazamiento original. A mi la verdad es que me parece muy bien lo que se hizo, los egipcios necesitaban esa presa y la humanidad no debíamos perder todo ese patrimonio histórico y ya que varios países corrimos con lo principal de los gastos, nos merecíamos un trocito de ese patrimonio recuperado para disfrute de nuestros ciudadanos. Y la verdad, mejor aquí que allí, que lo puede disfrutar más gente y va a estar más cuidado. Para ser medio arqueólogo (eso dice mi título universitario) soy demasiado pragmático, quizá por eso nunca he ejercido 🙂

El Templo de Debod fue construido en torno al 200 antes de Cristo en la parte más sur de Egipto, dentro de lo que es Sudán. Es un momento histórico muy alejado del Egipto faraónico de las pirámides y el gran imperio. Esta es la época de la invasión griega de Egipto (Alejandro Magno) y luego los romanos, con unos faraones títeres, la época de Cleopatra y el fin de su imperio. Así que no es un templo de segunda ni de tercera… más bien de quinta, pero bueno, es nuestro templo ahora y lo bueno es que no tenemos que ir a Egipto a verlo, sino sólo coger el Metro para darse un paseo bajo sus arcos.

Como pasa con todas las religiones, las cosas se reciclan, ahora que tenemos la Navidad que celebramos el 25 de Diciembre, porque los romanos celebraban ese día la Fiesta de Saturno, como gran fiesta y luego cuando se creó el cristianismo adaptaron el calendario. De hecho no se puso esa fecha como «Nacimiento de Cristo» hasta el año 350. Es más fácil convertir un «Galerías Preciados» en un «Corte Ingles» que empezar uno desde cero. En el caso del Templo de Debod fue lo mismo, un lugar de culto de una religión pérdida se utilizó para construir un templo de la religión de los conquistadores.

En origen fue un templo al Dios Amón y a Isis cambiando de uno a otro según la política imperante en cada momento. En Egipto la política y la religión iban totalmente de la mano, los faraones eran Dioses y tenían sus «Dioses oficiales» para cada faraón, así como luego el panteón estaba lleno de pequeños dioses locales y regionales. El templo fue cambiando y adaptándose, llegando a un relieve que muestra a un Emperador de Roma junto a un Dios egipcio. Lo que te decía antes de re-utilización, el templo pasó a ser una iglesia cristiana y posteriormente utilizado por los musulmanes.

Debod no es el Dios del templo, como mucha gente cree, sino que era el nombre de la población en la que estaba emplazado. Con el tiempo la población desapareció, pero sitio mantuvo el nombre. El templo se inundaba 9 meses al año con la construcción de la primera presa de la zona y estaba en muy mal estado cuando comenzó su rescate. Ahora en Madrid está reconstruido y restaurado, siendo una visita muy recomendable.

Y el Templo de Debod está en una zona muy bonita de Madrid, junto a la Plaza de España, en un gran parque rodeado de jardines y fuentes, que merece mucho la pena para pasear y hacer fotos.

La verdad es que Madrid tiene muchos tesoros ocultos y sitios poco conocidos, sobre todo para gente como nosotros que somos inmigrantes, que conocemos lo que tenemos más cerca, pero hay muchos sitios que merecen la pena explorarse.


Tienes muchísima razón. Yo (antes del desastre del monedero) estaba tan feliz dando un súper-paseo por la ciudad (Javi se sentiría orgulloso de mi) sola, pero disfrutando al máximo Madrid, que es una ciudad en la que me costaría mucho vivir, pero que me encanta por razones muy diversas y que ocupa un lugar fundamental en mi corazón
Muchos besitos a todos
¿Sabíais que el Templo de Debod tiene una pasaje subterráneo, que se puede atravesar agachado y sale al otro lado del Templo? Yo lo hice cuando tenía 16 años, ahora mis kilos no me lo permitirían, pero es una cosa curiosa que no todo el mundo conoce.
Hola!
No tenia ni idea de lo del pasadizo. No entramos porque había mucha gente haciendo cola, pero tenemos que volver otro día para visitarlo por dentro a ver si todavía se puede pasar por ese sitio, jejejej
Un abrazo!
DVD
y tu ¿qué opinas?