Volviendo a casa

Volvemos a casa. Pero creo que nunca me había costando tanto arrancar, en todos los viajes, sobre todo cuando llevas un tiempo fuera de casa, te da la morriña, echas de menos tu cama, tu cafetera, tu perro, a tus vecinos, la oficina, la familia, etc todos esos detalles de la vida diaria. Pero esta vez en distinto, no siento esa llamada por volver a casa, porque tengo la sensación de que esta es también mi casa.

Cuando estás de viaje y vuelves a casa no dejas nada atrás, un hotel es de «prestado», pero esta vez me va a dar pena dejar la casa cerrada, hemos trabajado mucho, hemos puesto mucha ilusión en montar la casa a nuestro gusto y apenas hemos empezado a disfrutarla cuando ya nos vamos. Llevamos un mes aquí, aunque para mi fue ayer cuando llegamos. La casa y Miami Beach me han llegado al corazón, quizá ahora más incluso que en Agosto, cuando compramos la casa por «impulso» al gustarnos mucho la ciudad y la casa. Ahora me siento parte de esto y esto forma parte de mi, pero no es como cuando digo yo que mi corazón está en Nueva York, porque es una ciudad con la que siento mucho feeling, o Berlín o Las Vegas, porque me gustan mucho.. es como si fuera de aquí, como si perteneciera ya a este sitio.

No voy a vivir aquí, mi casa está en Madrid, mi familia está entre Madrid y Córdoba (y Torrevieja y Euskadi y Almeria…) y esto está lejos de todos ellos, pero sé que cuando coja el avión para volver, se me va a encoger un poquito el corazón, de la pena de irme. No es «el final del verano» que sientes a veces cuando te lo has pasado genial en unas vacaciones y no te quieres ir para que no terminen; es que… quiero seguir con este vínculo, quiero que Miami Beach forme parte de mi vida, como no creí que fuese a ser. Esta es mi casa, lo que dejo aquí es mi casa. Se queda cerrada y eso me da mucha pena. Sé que en sólo un mes volveremos a estar aquí, acompañados, para disfrutar en buena compañía de todo esto, pero a día de hoy me da mucha pena irme.

Sé que es una tontería, porque por otro lado estoy deseando volver a casa, coger de nuevo las riendas de la oficina, aunque la verdad es que Elena las ha llevado muy bien, tengo ya una cena «especial» para la primera noche con Cesar y Mari, ver a Juana y los vecinos, ir a Córdoba y ver a mis padres, comerme a besos a Thor, ver a los amigos… hay muchas cosas que me apetece hacer, que las echo de menos… pero…

Quizá yo sea una persona «especial», por mi «historia», nunca he tenido la sensación de pertenecer a un sólo sitio, si me preguntas que de donde soy, lo mismo te digo que de Córdoba, que de Madrid, que de Estrasburgo… depende del contexto de la pregunta para que te de una respuesta, pero en realidad ser, soy de todos esos sitios y de ninguno a la vez. Quizá tengo la facilidad para crear vínculos emocionales con los sitios, porque no tengo el «lastre» de que con eso le quite espacio en mi corazón a «mi tierra» de origen, porque tengo varias… y tengo bastante claro que esta ciudad ha ocupado ya su hueco ahí dentro. Por mi mentalidad estoy preparado para vivir en cualquier parte del mundo, con la ventaja de que esto es un paraiso.

Me despido, cuando leas esto seguramente ya estemos de camino a España, me alegraré cuando vea mi urba, me emocionaré cuando vea a mi hermano y Mari y no te digo que no llore cuando vea a mis padres y Thorete… pero un trocito de mi corazón se va a quedar en Miami Beach esperándome para cuando vuelva.

¿Te ha gustado la entrada? ¡Vota!

Experiencias relacionadas

8 Opiniones

  1. Sonia G
  2. Javier Muñoz
  3. Anita
  4. carlos
  5. cesar

y tu ¿qué opinas?