Ya tenemos lavavajillas

Y lo celebro como una gran gesta, porque para variar (y como no podía ser de otro modo) hemos tenido toda una odisea hasta tenerlo. Desde hace tiempo, yo como representante del sindicato «Odio fregar los Platos» llevo pidiendo tener lavavajillas en la empresa, porque todos los días nos turnamos para fregar los cacharros del desayuno y yo lo llevo muy mal…. así que por fin el otro día nos decidimos y compramos uno para casa y nos trajimos el de casa a la oficina. Hasta ahí todo bien ¿Verdad?

¡Pero no creas que la cosa termina aquí! Noooooooooooooooo Ayer por la mañana tenían que venir del Corte Ingles a traer e instalar el nuevo a casa antes de las 3. Nos llamaron por la mañana para decirnos que se les había roto el camión y que no podrían antes de las 4… y por la tarde no vinieron, Javi llamo al transportista y le montó un pollo. Hablamos con el Corte Inglés, que estaban alucinando con que no nos lo hubiesen traido todavía, nos aseguraron que ayer lo tendríamos … y lo tuvimos ¡A las 11 de la noche! Nos llamaron como 10 veces contándonos el periplo del aparato por Madrid y a las 10 llegaron a Alcobendas… ¡Y se les rompió el camión otra vez! Como Javi había tenido tal pelea con el jefe de los transportistas y los responsables de logistica de El Corte Ingles estaban al tanto (nos llamaron para pedirnos disculpas varias veces) dijeron que nos lo entregarían, así que un chico cojió el lavavajillas con una carretilla y cargó con el electrodoméstico un kilómetro cuesta arriba hasta llegar a casa ¡Y cuando llegó se cayó redondo en la cocina con una lipotimia del esfuerzo! Estuvo descansando un rato, Javi le dio Coca-Cola para que se recuperase, porque el chico (brasileño) llevaba todo el día sin comer. Como se pasan con los emigrantes, el chico instaló todo de maravilla, pero nos dio mucha cosa ver como había llegado.

Así que ya tenemos lavavajillas, es una chulada, un Bosch (Modelo SGS 57M82 EU) totalmente electrónico y ecológico, consume la mitad de agua y electricidad que uno normal. Pero nunca tener lavavajillas costó tanto.

Esta mañana ya hemos empezado a usarlo, tras una debate de si pone o no aclarado antes, como poner los cuchillos, si ponerse los guantes para guardar los cacharros… todas esas cuestiones de filosofía contemporánea  Nunca un electrodoméstico tan simple tuvo tantas maneras de usarse.