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A falta de una comparación con algún animalito de la fauna local, hoy hemos dormido como lirones españoles, anoche nos dimos un baño en el hidromasaje, cenamos del servicio de habitaciones porque no teníamos ni fuerzas para salir a la calle y de verdad, hemos dormido como bebés, más que dormir nos hemos desmayado, no recuerdo ni haber soñado, la cama es comodísima, me da mucha pena irme del hotel, no le he cojido el gustillo.

Un punto por los Hilton, les tenía medio puesta de cruz, porque estuvimos en el Hilton de Praga este verano y no me gustó demasiado, pero en este viaje los dos Hilton (Beverly Hills y este) que hemos estado me han encantando. Había estado en otros hoteles de la cadena, un Scandic en Helsinki, que es la marca de Hilton en Finlandia y el Waldorf Astoria de Nueva York, pero este tiene su propia gestión y es la leche. Así que por ahora vuelvo a confiar en los Hilton y como viajero comodón te los recomiendo. El hotel es abierto y hay un jardín tropical dentro, muy chulo.

El desayuno ha sido una maravilla, como estamos en la planta pija del hotel, tenemos nuestro propio desayuno privado en un salón con vistas a la ciudad, y ha estado muy bien. Como tonto me gustan las cosas buenas y el lujo, pero admito que a veces cierta ceremoniosidad o las cosas muy protocolarias me saturan y un salón así tan recogido, tan silencioso.. a mi me gusta el ruido, la gente 😛

El hotel es una preciosidad, nos hemos dado un paseo y está en un sitio privilegiado, me arrepiento no sabes cuanto de no haber pasado más días en Cairns, aunque la ciudad no se ve gran cosa el paisaje es una chulada y se ve mucha vida.

En un ratín nos vamos, otro barquito, dejamos tierra firme y volvemos a usar protector solar, que aquí se nota que hemos vuelto al trópico.